Escenarios

Sinkovsky empuña Il Pomo d'Oro

3 abril, 2015 02:00

En la programación del CNDM aparece, el 8 y 9 de abril (Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo y Auditorio Nacional) Il Pomo d'Oro, creado en 2012, una más de las importantes y mejores formaciones que inundan el panorama actual. Llevados de la mano de Riccardo Minasi, sus componentes se han hecho ya un sitio, sobre todo por sus enérgicos acercamientos a la música de Vivaldi, algunos de ellos bajo la estimulante dirección del violinista ruso Dmitry Sinkovsky, a quien hemos visto ya varias veces por nuestro país.

Ha actuado bastante al frente de la Orquesta Barroca de Sevilla y, por supuesto, en multitud de centros especializados en la música del periodo, al que dedica sus esfuerzos tras haberse alzado con distintos galardones. Después de ganar el Concurso Jumpstart de Los Paises Bajos, se le prestó un violín Ruggeri de 1680. Las habilidades de Sinkovsky, que también pudimos apreciar con la Orquesta Nacional, no se detienen ahí, pues toca además la viola y es un consumado contratenor. Es profesor de los dos instrumentos de cuerda en el Conservatorio de Moscú. Su técnica es depurada; su sonido, delgado y no muy grande. Posee una insólita pureza y es un ágil reproductor de pasajes intrincados, que ejecuta con abundantes contorsiones y una gestualidad exagerada.

Pero lo que importa es el resultado musical y éste es siempre brillante y adecuado al estilo, lleno de impulso y de contagiosa vitalidad. Como los que sin duda, al frente de Il Pomo d'Oro, podrá otorgar a las diversas composiciones que figuran en el programa de sus dos conciertos. Tres son de Vivaldi, el gran caballo de batalla: Conciertos para violín RV 177 y RV 242, Per Pisendel y Sonata a 4 Al Santo Sepulcro para dos violines, viola y bajo continuo RV 130; y tres de Scarlatti: Sinfonía en do mayor para cuerdas y los Conciertos n° 5 y n° 3 para cuerdas, las dos últimas con sendos arreglos que el británico Charles Avison realizó en 1744 sobre diferentes sonatas para clave del músico italoespañol.