Image: Báilame un poema, báilame

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Escenarios

Báilame un poema, báilame

La coreógrafa Aïda Colmenero Díaz participa en el festival Duo Solo Danse de Senegal con su proyecto Ella Poema gracias al apoyo del Programa AC/E de Internacionalización de la Cultura

5 junio, 2015 02:00

Happiness de Minzi Mims

Bailar es sentir con los pies, con el cuerpo, con la piel, con la mente. Bailar es expresarse, comunicarse, dejarse llevar y embelesarse. No importa la cultura, el país o el idioma, es universal. Se trata de poder compartir "los valores y la espiritualidad pero entendido desde un anclaje a la vida", opina la coreógrafa Aïda Colmenero Díaz que lleva uno de sus proyectos más personales a Senegal, al festival de Duo Solo Danse, gracias al apoyo del Programa AC/E de Internacionalización de la Cultura. Ella Poema rinde tributo a la mujer africana mediante poemas escritos en español. Vídeo poemas bailados para sentirlos.

Los textos que Colmenero ha escogido responden a nombres de mujeres tanto españolas como latinoamericanas. En algunos casos poetas conocidas, en otros, no tanto. Textos como Cine mudo, inspirado en el poema de la cubana Fina García Marruz, No luz, Éxodo y Lucha, de las españolas Paloma Serra, Ángela Figuera Aymerich y Ada Salinas y Dos de Noviembre, de la chilena Estella Díaz Varín. Pero la razón de ser de cada uno de ellos no es una cuestión de reconocimiento sino de sentimiento. Es algo que se cimienta sobre la "inspiración para trabajar con la realidad de la mujer" que la coréografa tenía ante sí. De este modo, ha trazado "una conexión triangular de la diáspora africana para crear puente de conexión".

Se dice que Sócrates aprendió a bailar a los 70 años porque sentía que una parte esencial de sí mismo había sido descuidada y Charles Baudelaire señaló que el baile puede revelar todo el misterio que la música concede. Dos disciplinas, incluso tres, que no entienden de fronteras se balancean en este personal "ideal para trabajar desde la intuición; es pura poesía la danza, la poesía es pura danza". Lo importante es transmitir el mensaje correcto y contar, para ello, con el programa AC/E hace "que el festival hable, seleccione y programe sin imposiciones para crear conexiones, ver lo que hay fuera y ser vistos", afirma Äída Colmenero.

Seis años de trabajo desarrollando un proyecto pedagógico con creaciones coreográficas para hablar de la identidad de la mujer africana contemporánea en una defensa de los derechos humanos de la mujer. Y lo hace, comenta, por la necesidad personal de mostrar otra imagen de ellas. "Se tiene una imagen parcial del continente y de 'lo africano'", apunta. Quiere dar voz y ofrecer "la modernidad africana, una visión positiva que, a pesar de que hay pobreza, también hay lujo, dinero, sonrisas y alegría", concluye.

Y se materializa en un festival, "el más importante de Senegal que ha conseguido posicionarse como uno de los más importantes en África" con la clara intención de convivencia. "Ella Poema en el fondo habla de eso, de un proceso creativo" en el que tanto las palabras como el cuerpo sirven como única herramienta de comunicación. "Traducir el poema primero en palabras para que se entienda y luego llevarlo a la realidad de la mujer que tengo delante, cada poema, cada mujer es un mundo nuevo, una nueva aventura inmensa", se sincera Colmenero.

Además, no se trata de su primera participación en el continente ya que ya realizó junto al director de Solo Duo Danse Café Toubab en 2009. "He participado ya tres veces, la primera en el año 2010 con el solo Creating my Alone..about Technique Germaine Acogny y en el 2014 con el proyecto Preludio de la coreógrafa Paloma Sánchez". Ella Poema es su tercera incursión en Senegal, esta vez con el apoyo del Programa AC/E al que apoya alegando que "un artista sin intercambio es una relación muerta, sin vida. Un proceso de crecimiento va unido al diálogo, al encuentro con el otro".

Mata Hari, la bailarina y actriz condenada a muerte por espionaje y ejecutada en la Primera Guerra Mundial ya lo había dejado claro: "El baile es un poema en el que cada movimiento es una espada". Así, mediante la danza y la poesía coloca a la mujer africana en el rol de creadora para que puedan convertirse en un referente para su entorno y construir un mapa poético femenino africano en materia de danza.

Si, como dijo James Brown, cualquier problema del mundo puede resolverse bailando, bailemos.