Image: Activos locales y 'monstruos' internacionales se alían en la Quincena de San Sebastián

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Activos locales y 'monstruos' internacionales se alían en la Quincena de San Sebastián

Sokolov, Temirkanov y Perianes brillan en una edición que homenajea a Usandizaga en el centenario de su muerte

31 julio, 2015 02:00

La Chamber Mahler Orchestra. Foto: Holger Talinski.

Es muy llamativo que la Quincena de San Sebastián naciera en 1939, un año en el que el país estaba devastado. Surgió como una iniciativa privada que buscaba devolver a la ciudad su caché turístico. El experimento cuajó. Este año alcanza su 76ª edición, cifra que le convierte en el festival decano de música clásica en España. Desde 2009 está en manos de Patrick Alfaya, su director y también responsable del ciclo Grandes Intérpretes de la Fundación Scherzo. Alfaya intenta combinar los dos pilares sobre los que se ha sostenido tradicionalmente: batutas, orquestas y solistas de primera fila y los valores locales como complemento.

Ese equilibrio vuelve a acreditarse en diversos programas y en sus ejecutantes. Este año no hay un corsé temático que ciña los conciertos. "Lo que sí hemos querido dar es un especial protagonismo a José María Usandizaga, del que se conmemora el centenario de su muerte", advierte Alfaya. Esta le llegó por adelantado, cuando sólo contaba 28 años, trágica despedida que recuerda a la de Arriaga. Ambos músicos vascos prometían mucho pero dejaron casi todo por escribir.

De esas cualidades del músico donostiarra da cuenta su ópera Mendi-Mendiyan (1910), estrenada ese mismo año en el Teatro de los Campos Elíseos de Bilbao y que en la Quincena será servida en versión concierto por la Orquesta Sinfónica de Euskadi (día 22 en el Kursaal). Al frente de la formación vasca se situará Ros Marbá. "Quería que la dirigiese un director con recorrido y con oficio", señala Alfaya. "A él, además, le ha parecido muy buena la escritura, lo cual siempre motiva. Es cierto que está impregnada de mucho de sus maestros: Wagner, Debussy, Puccini... Pero se ve que los tenía muy bien asimilados y que a partir de ahí podía construir su personalidad artística".

El pianista ruso Grigory Sokolov

Alfaya también ha querido darle la alternativa al coro de Rentería Andrá Mari Abesbatza, que flanqueará a la Mahler Chamber Orchestra en su segunda comparecencia en el Kursaal (día 2), con la Gran misa en do menor de Mozart en atriles. La agrupación alumbrada por Claudio Abbado abrirá el día anterior el ciclo donostiarra desgranando la Sinfonía n° 1 'Clásica' de Prokofiev, el Concierto para piano n°1 de Beethoven y la Sinfonía n°41 'Júpiter' de Mozart. La presencia sobre el escenario del Andra Mari Abesbatza supone un espaldarazo en la trayectoria de un activo autóctono ("Para eso estamos", señala Alfaya) y a su vez permite descargar un poco el peso que asume el Orfeón Donostiarra cada verano. Este mes afronta tres citas. La primera junto a la Filarmónica de San Petersburgo, dirigida por Yuri Temirkanov, el martes (18), con Prokofiev monopolizando el programa: Extractos de Romeo y Julieta y Alexander Nevsky. La segunda (25) con la Orquesta de Cadaqués (Rossini: La muerte de Didone y el Stabat Mater). Y la tercera (28) con la Sinfónica de la Radio de Colonia (Un réquiem alemán, de Brahms).

"Contar con el Orfeón es garantía, da mucha seguridad y tranquilidad. Ningún director pone pegas cuando le proponemos colaborar con él. Sólo una vez Nézet-Séguin, cuando vino con la Filarmónica de Rotterdam, pidió 'avales' porque confesó que no lo conocía. Le dije que llamará a Rattle o Abbado. No sé a cuál de los dos llamó pero inmediatamente aceptó el emparejamiento", recuerda Alfaya. También es una suerte, por el tremendo ahorro que supone, tener tan a mano una coral tan renombrada. Más en un periodo de jibarización de presupuestos: Alfaya, cuando llegó en 2009, disponía de poco más de tres millones de euros. En esta edición se ha quedado en 2'2 millones.

Ese escollo lo van salvando con colaboraciones y coproducciones. Con el Festival de Santander se alía para traer figurones internacionales. Como el pletórico Sokolov, que estará en la capital cántabra y en San Sebastián (día 10 en el Teatro Victoria Eugenia). Esa ruta también la recorrerán Javier Perianes y la Filarmónica de San Petersburgo. Un binomio cuyo ideólogo fue el propio Alfaya, que recomendó el pianista español a Temirkanov. Desde entonces han cimentado una fructífera 'joint venture'. En el Kursaal concurrirán el 17 (Ravel y Elgar). Con el Festival de El Escorial, por otra parte, han armado conjuntamente varias óperas en los últimos años. No éste, en el que género lírico escenificado queda cubierto con el alquiler de la Tosca que Paco Azorín levantó en el Liceo (día 13 en el Kursaal).

La música contemporánea será escanciada por diversos conjuntos. Destaca el Ensemble Recherche, que destilará, entre otras, partituras de Luis de Pablo, un guiño en su 85° cumpleaños. Además, Alfaya ha redondeado la Quincena con una propuesta teatral, detalle sin precedentes en su historia. Con la coartada del 500° aniversario del nacimiento de Teresa de Jesús, se representará el día 3 en el Convento de Santa Teresa (no había lugar más apropiado) La lengua en pedazos de Juan Mayorga.