Travis Scott, Ayax y Prok, Courtney Barnett y Sophie
El hip-hop sigue viviendo un gran momento copando las listas de ventas y streaming en Europa y Estados Unidos. En nuestro país, los granadinos Ayax y Prok se disputan el cetro del underground con el siempre sensacional Yung Beef. Ambos tienen nuevos lanzamientos. Desde Estados Unidos, dos bombas. Travis Scott domina el panorama con
AstroWorld, un disco de hip-hop festivo con toques de psicodelia que es número en todo el mundo, mientras la trinitense Nicki Minaj sigue dominando el hip-hop bombástico. Y regresa Kanye West, que últimamente dice unas cosas muy raras pero se luce con dos LPs lanzados a la vez en los que se sigue mostrando como un maestro de la experimentación.
Pero hay vida más allá del hip-hop. La música moderna, como es sabido, se escribe en femenino. La rockera Courtney Barnett triunfa con canciones secas y cargadas de emoción mientras la virtuosa de la electrónica experimental Sophie explora con talento los caminos del pop de vanguardia. Y la londinense Florence con su Machine sigue demostrando que es una maestra a la hora de hacer canciones con potencial
mainstream y desarmante autenticidad. Y no nos olvidamos de los neoyorquinos Dirty Projectors, que triunfan con su rock intelectual, y los catalanes Balago, que exploran la desolación con su luminosa electrónica.
Ayax y Prok: Cara y cruz. Hip-hop
La nueva sensación del hip hop español se llaman Ayax y Prok y son dos hermanos gemelos de Granada que convierten sus rimas en un poderoso instrumento de denuncia social. Muy jóvenes, ambos exhiben en este álbum de debut una asombrosa capacidad para captar con oído y mala leche los contornos de una realidad social y económica que critican con dureza y altas dosis de ironía. Arrancan el disco con guitarras flamencas en
Desahucio, en la que cantan a la dignidad de la clase media con ese tono brutal que les caracteriza: "Muchos hijos de puta han jodido a esta familia/ Alcaldes, policías y traidores". Conjugando la imagen de raperos de barrio descerebrados, los granadinos titulan una de sus canciones como
Nietzsche y Salomé, en uno de esos temas con tono dramático y lastimero que se les da muy bien. Un tono trágico que alcanza su cénit en
Me hizo fuerte, tan impúdica que acaba conmoviendo con una cierta ingenuidad juvenil. En esa
mezcla entre espíritu callejero y popular, referencias cultas y una contundencia que a veces los supera es donde estos chavales encuentran su mayor fuerte.
Travis Scott: ASTROWORLD. Hip-hop
Número uno en todo el mundo, España incluida, el rapero estadounidense Jacques Webster se ha convertido definitivamente en una superestrella con un cuarto disco, el segundo en solitario, ultra adictivo en el que consigue, si no el mejor, sí el más divertido y gozoso de los álbumes de hip-hop del año. El título,
ASTROWORLD, se refiere a un parque de atracciones del que disfrutaba Scott en su infancia en Texas y que fue arrasado para construir en su lugar un complejo de apartamentos. En ello ve Scott una metáfora del fin de la infancia y de la codicia que arrasa con todo. El resultado es un disco con una cadencia del trap que recuerda un poco a Young Thug en su influencia del dub y su aire melancólico, pero tiene también la opulencia efervescente de Big Sean. Hay canciones con estribillos magníficos como esa
SICKO MODE en la que se acerca a paisajes de una psicodelia digital parecida a la de ASAP Rocky o momentos más emotivos como
STOP TRYING TO BE GOD en la que
se revela, una vez más, como un letrista ingenioso y punzante para terminar su canción con un lirismo influido por el gospel.
Courtney Barnett: Tell Me How You Really Feel. Rock
Consolidada como una de las voces más interesantes de la escena rockera anglosajona,
la australiana Courtney Barnett está obteniendo un gran éxito con este disco en el que se coloca en la estirpe de grandes féminas guitarreras como PJ Harvey, el referente más obvio y cercano en el tiempo, sin desdeñar la larga sombra de figuras como Janis Joplin, que da la impresión de ser un gran referente de Barnett. Siempre con la guitarra a cuestas y un aspecto de indie insobornable, ejerce el papel de antiestrella en el escenario y en una música marcada por un cierto punto de bizarrismo, como esa
City Looks Pretty en la que conjura el espíritu indie con el blues en una canción chispeante. Al parecer, la artista pasó por una fase de depresión y de desconfianza en sí misma después del éxito de
Sometimes I Sit and Think and Sometimes I Just Sit (2015) y de ello habla en
Cripling Self Doubt and a General Lack of Confidence. Muy buen disco de una rockera que rezuma autenticidad.
Sophie: Oil Of Every Pearl's Un-Insides. Pop
La escocesa Sophie Xeon, en arte SOPHIE, es una cantante y compositora escocesa que, de una manera comparable a Björk, está llamando la atención no solo con su sofisticada y muy arty puesta en escena, también con
un disco vaporoso de tintes cósmicos que va más allá del experimento más o menos "interesante". Desde el propio título, que podría traducirse como "el aceite de cada perla no-dentro" sabemos que nos adentramos en un universo sonoro personal de gran complejidad y aires poéticos. SOPHIE tiene algo de deconstructora y algo de soñadora, se parece un poco al venezolano Arca pero menos autoconsciente. Canciones como
Infatuation parecen un new age postjazzístico mientras
Ponyboy es una parodia de la electrónica de trazo grueso a lo Skrillex.
Balago: El demà. Electrónica/Experimentación
La vida es corta, el descanso breve, la lucha larga y la esperanza incierta. Por si a alguien se le olvida alguna vez, ahí están los barceloneses Balago,
creadores de una música ambiental de perfil audaz y rompedor que alcanza un lugar mágico en este
El demà desde cuyo propio título parece sugerir una distopía preciosista. Ellos son David Crespo, miembro fundador desde principios de milenio, y Guim Serradenferm, y en este disco se combinan una cierta solemnidad apocalíptica (
Fins a l´últim momento) con momentos de mayor luminosidad, como la canción que da título al disco.
Kanye West: KIDS SEE GHOSTS/ye. Hip hop
Con Kanye West nada es normal y después de dos años de silencio el rapero regresa con dos discos al mismo tiempo. El primero, junto al joven productor Kid Cudi, con el que ha formado el grupo
KIDS SEE GHOSTS. Y el segundo, con su nombre sin mayores rodeos, titulado de manera sencilla
ye. Sin desdeñar a Cudi, los dos suenan muy West aunque con distintas versiones.
ye es un clásico álbum del artista, en el que se muestra como
un virtuoso creador de quiebros y más quiebros electrónicos a un hip-hop que en sus manos es como plastilina. En plena era Drake, el artista arranca explicando sus intenciones suicidas en la fantástica
I Thought About Killing You o vuelve a sus raíces en
All Mine para coquetear con el jazz en
No Mistakes. La colaboración con Cudi es más discotequera y apabullante.
Feel the Love es un tema para la pista de baile sensacional mientras creaciones como
Freee (Ghost Town) tienen un aire más experimental.
Florence + The Machine: High As Hope. Pop/Rock
Muy populares en España y en todo el mundo, la banda londinense liderada por Florence Welch firma uno de sus mejores discos con este
High as Hope en el que se muestra fiel a sí misma a su pop dramático con tintes épicos y aire rockero que tan bien le ha funcionado.
La gran novedad es que el saxofonista de Los Angeles Kamasi Washington se encarga de los vientos del disco siendo su huella especialmente perceptible en
Big God, donde también participa Jamie XX. Hay algo siempre un poco exagerado y exceso de dramatismo en la música de la artista pero esa es precisamente parte de su gracia. De alguna manera, la suntuosidad de
South London Forever o el tono Patti Smith de
Patricia le dan a la música de la británica una extraña autenticidad vía impostación.
Nicki Minaj: Queen. Pop/R&B
La sensacional Onika Tanya Maraj, una rapera de 35 años que nació en Puerto España, en Trinidad y Tobago, una isla cercana a las costas venezolanas, se hace llamar a sí misma "la reina" sin más en este magnífico disco en el que reúne a estrellas del calibre de The Weeknd, en
Thought I Knew You, Ariana Grande en la seductora y juguetona
Bed o el mismísimo Eminem en
Majesty, donde brilla más que nunca ese hip hop de Minaj en el que una cierta forma de parodia parece esconder algún tipo de fragilidad, como si se enfrentara con la armadura del rap al mundo de las emociones. A veces dura y a veces de una sensibilidad delicada y lírica,
Minaj acaba demostrando que domina como nadie los misterios del ritmo y la percusión.
Dirty Projectors: Lamp Lit Prose. Indie/Rock
Proyecto de David Longstreth que lleva en activo desde 2002 pero ha cambiado desde entonces varias veces de composición, Dirty Projectors es una banda prima hermana de Vampire Weekend cuya música tiene algo de rock "para tipos listos y bohemios". Más allá del cliché, contiene varios momentos deslumbrantes. Por ejemplo, esa marciana
Break Thru en la que un bajo distorsionado le da una nueva vuelta a la canción sobre la cotidianeidad de Manhattan patentada por otro vecino de alcurnia, Stephen Merritt. Hay más momentos memorables, como el guiño funk de
I Feel Energy en una canción que nos lleva a las calles más
cool de la ciudad, mientras temas como
What Is The Time nos recuerdan al universo folk de un Paul Simon.
Yung Beef: El Plugg Mixtape. Trap
En plena era de los grandes lanzamientos, o los lanzamientos sorpresa para evitar filtraciones, tiene el hip hop y el trap ese sentido de urgencia que da a luz a discos como este
El Plugg Mixtape en el que Yung Beef colabora con lo más granado de la escena patria como Papi Trujillo en la canción que da título al álbum, puro trap voluptuoso, o Los Jíbaros, con los que presenta
Bebo champagne y lo tiro, en
la que las repeticiones hipnóticas y las distorsiones recuerdan a los tiempos de PXXR GVNG. Yung Beef siempre oscila entre la perdición y el romanticismo y
Un corazón y una flecha es una canción de un romanticismo estremecedor.