Muere el compositor Joan Guinjoan
Joan Guinjoan
El compositor, pianista y director de orquesta Joan Guinjoan ha fallecido a los 87 años, según ha informado en su cuenta de Twitter el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, que lo ha definido como "figura clave de la creación musical" y como "uno de nuestros grandes embajadores culturales en todo el mundo", con una obra "extensa y poliédrica". Guinjoan, músico genuino y tenaz, era un tomo completo de la vanguardia musical española. Considerado por la crítica como un creador de grandes formas abstractas y expresivas dentro de la música sinfónica, deja tras de sí un catálogo de más de un centenar de obras de música de cámara y sinfónica."No busco la espontaneidad sino la autenticidad, en los mismos términos en los que Francisco Fontbona describía las esculturas abstractas de Subirachs. Mi música no es el efecto a un estímulo sino la consecuencia de una idea que persiste", aseguraba en una entrevista en El Cultural en 2012 con motivo de la 'Carta Blanca' que le dedicó Orquesta y Coro Nacionales de España por su 80 cumpleaños.
El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, se ha unido a las condolencias: "no sólo nos deja un prolífico creador, con más de 100 obras vocales, sinfónicas y de cámara en su haber, nos deja un espíritu sabio y libre que renovó el lenguaje musical con las influencias de las vanguardias europeas", ha destacado. "Su obra es vitalista y original y será siempre referente para futuras generaciones. Es, sin duda, un enorme embajador de nuestra cultura contemporánea en todo el mundo", ha añadido el ministro.
Joan Guinjoan Gispert nació Riudoms, provincia de Tarragona, en 1931. Su interés por la música tiene su origen en un acordeón que le regalaron a los 14 años. Estudió en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona con el maestro Cristóbal Taltavull y en 1953 empezó a dar recitales de piano. Un año más tarde se instalaría en París para debutar como pianista en la Sala Cortot y en cuya École Normale de Musique continuó sus estudios, indagando en la composición, en la orquestación y en la electroacústica.
Su intensa carrera pianística le llevó a viajar por España, Francia y Alemania. En 1964 tomó contacto con la vanguardia musical francesa y se decidió a abandonar la interpretación para centrarse por completo en la composición. Guinjoan afirmaba que Schönberg ha sido su faro; Boulez, Berio y Dutilleux las olas que han ido rompiendo sobre los escollos de la modernidad. "Los compositores catalanes de mi generación estamos en deuda con la sabiduría infinita de Cristofor Taltabull", aseguraba, señalando a su verdadero maestro.
El compositor deja para la posteridad un extenso catálogo de más de 100 obras de música de cámara, vocal y sinfónica, entre ellas Sinfonía de la Imperial Tarraco (1961), Escenas de niños (1961), Suite de los cinco continentes (1969), Música intuitiva (1969), Bi-tematic (1970), Diagramas (1972), Ab origine (1974), Ambient n÷1 (1977), Phobos (1978), Puzzle (1979) y Trama (1982).
Guinjoan ha dirigido además prestigiosas orquestas de Europa y América. Fue finalista del Premio Mundial del Disco IRCA (Nueva York) y ha desarrollado labores de crítico musical en el Diario de Barcelona y de asesor para instituciones como el Instituto Municipal de Educación de Barcelona. Fue director del Centro de Difusión y Documentación de la Música Contemporánea de Barcelona. Además ha obtenido numerosos premios; entre los más importantes figuran los nombramientos como Chevalier des Arts et des Lettres en 1981 y Officier des Arts et Lettres en 1990 por el gobierno francés.
También en 1990 ganó el Premio Nacional de Música, y en 1999 le fue concedida la Cruz de Sant Jordi. El 29 de octubre de ese mismo año fue investido doctor honoris causa por la Universidad Rovira i Virgili2 y nombrado profesor residente en la Universidad de Santa Bárbara, Estados Unidos. El año 2004, fue galardonado con el V Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria, considerado el equivalente al Cervantes de la música culta.