Aitor Saraiba rompe la barrera del arte
El artista lleva al CDN su sincretismo de ideas con textos inéditos de Muñoz Molina, Paula Ortiz, Paco Plaza y Christina Rosenvinge
10 diciembre, 2021 15:17El multifacético ilustrador Aitor Saraiba (Talavera de la Reina, 1983) lleva años investigando el proceso creativo a través del dibujo y los cuadernos desde la perspectiva que le da el cultivo de diferentes disciplinas (cuando no escribiendo libros como Me encanta cuando tus garras acarician mi espalda, publicado hace un año). Después de reunir un número considerable de imágenes se ha animado a compendiarlas en Como un eclipse en el pecho, donde muestra, en el Teatro Valle-Inclán, textos e imágenes de Antonio Muñoz Molina, Paula Ortiz, Paco Plaza y Christina Ronsenvinge. “Será algo sobrio”, explica a El Cultural mientras apunta que, eso sí, tendrá la música en directo de Marco Torremocha AKA Dunkelwald, con quien ya trabajó en 2015 en La máquina del tiempo (obra basada en sus libros El hijo del legionario, Pajarillo y Nada más importa).
“He seleccionado lo que pensé que tenía una unión entre sí, donde había, donde hay, un hilo invisible capaz de unir todas las personas creadoras". Aitor Saraiba
En escena, el propio Saraiba, mostrando y recitando la historia que une a estos creadores “a través de un pájaro tan lejano como el tiempo y que une a los seres humanos del presente con aquellos que realizaron los primeros dibujos de la historia para intentar descifrar el sentido del universo”. El director no se considera un actor. La corriente que anima sus ideas procede de Joseph Beuys y de las primeras acciones de Yoko Ono… y que ahora culmina en los collages de Muñoz Molina, en el arte de la película La Novia, de Paula Ortiz, en los bocetos de Verónica, el filme de Paco Plaza, y el proceso de composición de las canciones de Christina Rosenvinge.
“He seleccionado lo que pensé que tenía una unión entre sí, donde había, donde hay, un hilo invisible capaz de unir todas las personas creadoras, da igual su finalidad o su técnica. Es algo que nos une a través de los siglos y es el idioma del dibujo, de los garabatos como herramienta de contemplación y de creación”, explica Saraiba, que en estos momentos se encuentra con la promoción de su Tarot de Luz (Fournier), preparando varios libros que Planeta publicará el próximo año, realizando bordados en colaboración con el Museo Thyssen para reinterpretar un cuadro de Rubens y ultimando una nueva escultura cerámica realizada con las técnicas de Talavera de la Reina.
Saraiba comienza su intervención en Como un eclipse en el pecho con un video de pájaros Y después aludirá al libro La representación de la representación, de Juan José Gómez Molina… “Traza un mapa maravilloso que a lo largo de los años yo había ido intuyendo y que él ordena y descibra con maestría impecable”, continúa en su intervención. “El texto que he escrito ha nacido de una forma bastante natural y fluida. Llevaba mucho tiempo conviviendo con los cuadernos y notas de los creadores que forman la pieza. Su influencia, no solo en este texto sino en mi obra en general, se puede ver por aquí y por allá. Es gente a la que admiro mucho”.
El objetivo último de Como un eclipse… es mostrar el arte que realmente interesa a su autor, el arte que logra cambiar la vida del espectador tras acabar la función. En definitiva, interiorizar “todo ese mundo invisible de ideas que algunos son capaces de ver y comienzan a trazar sobre un pedazo de papel el susurro que para nosotros es mudo y que para ellos es un grito. A veces nos podemos sentir... como un eclipse en el pecho”.