Nathalie Seseña, en 'Sobre la vida de los animales'. Foto: Coral Ortiz

Nathalie Seseña, en 'Sobre la vida de los animales'. Foto: Coral Ortiz

Escenarios

Lola Blasco se sumerge en el universo de J. M. Coetzee

La dramaturga estrena en el Teatro Español 'Sobre la vida de los animales', un montaje en el que Nathalie Seseña interpreta al personaje del Nobel Elizabeth Costello

15 diciembre, 2022 01:48

“Hay personajes que nos persiguen, que nos asaltan, que los cargamos sobre los hombros y que, más allá de las novelas, dialogan con nosotros en nuestro devenir cotidiano”, afirma Lola Blasco. Y precisa: “Eso solo sucede con los grandes, como Don Quijote, el Capitán Ahab o Gregorio Samsa. A veces deleznables, o ridículos, pero de una claridad meridiana. Y algo así me pasa con Elizabeth Costello”. Se refiere la dramaturga alicantina, Premio Nacional de Literatura Dramática en 2016 por Siglo mío, bestia mía, al personaje de J. M. Coetzee, que opera en parte como alter ego del autor sudafricano, da nombre a una de sus incisivas novelas y aparece también en otras dos: Hombre lento y Las vidas de los animales.

Este último título, aunque poniéndolo en singular y añadiendo un ‘sobre’ delante, es el que utiliza Blasco para la obra que estrena el próximo jueves en el Teatro Español, con Nathalie Seseña encarnando a la anciana autora cuya pista ha perseguido Blasco minuciosamente, y con la que ha entablado casi una relación personal. “A veces hasta me contesta. Por momentos balbuceante, en ocasiones dando verdaderas voces. Me grita cosas como ‘¡obscenidad!’ o ‘¡mal!’. Es alguien bastante agorero, desagradable diría yo, y supongo que me reflejo en ella al más puro estilo valleinclanesco”, explica.

Como en otras ocasiones, Blasco se alía de nuevo con la directora Pepa Gamboa, que prepara el terreno para que Costello dé una conferencia en Madrid en la que no hablará de literatura sino Sobre la vida de los animales, a los que defiende y reivindica, por los rasgos que también comparten de la condición humana, en lo que atañe al deseo, la inocencia y el reverso de esta: la maldad.