Danza

Extracto de Kylian

Gran programa del Nederlands Dans en el Real

18 junio, 2010 02:00

Escena de Whereabouts unknown

La Nederlands Dans Theater celebra sus 50 años de existencia con un programa que reúne piezas de sus coreógrafos oficiales (Kylian, Lightfoot-León e Inger). Se presenta en el Teatro Real de Madrid, los días 22 y 23.

La danza contemporánea no se entiende sin Jyri Kylian. El coreógrafo checo es una de sus grandes figuras, con una trayectoria impresionante desde que, hace ya 35 años, se uniera a la Nederlands Dans Theater (NDT), la compañía holandesa con sede en La Haya que visitará el Teatro Real con un programa conmemorativo de su medio siglo de existencia. Desde entonces la compañía han alcanzado prestigio internacional no sólo por la calidad de sus obras, también por el modelo de funcionamiento que ha seguido, con una formación titular (integrada por 30 bailarines todos solistas) y otra para jóvenes (de 16 miembros). Una estructura que han copiado compañías de todo el mundo.

Kylian nació en el seno de una familia artística. Hijo de una bailarina enamorada de la danza española tras ver actuar a La Argentina, comenzó a estudiar circo en su infancia. Hasta que un día, con nueve años, su madre le llevó a ver un ballet y se enamoró de la danza. A partir de ese momento se calzó las zapatillas en Praga y, más adelante, obtuvo una beca que le permitió estudiar en el extranjero.

Su salida de Checoslovaquia, un año antes de la invasión soviética, fue capital para Kylian. Le permitió conocer y vivir el ambiente efervescente del Londres de 1967, y descubrir otro tipo de danza. A partir de ahí emprendió una carrera que le llevó a Stuttgart, al ballet que dirigía John Cranko. El encuentro con el coreógrafo cambió la vida del checo. Kylian, que como bailarín alcanzó la categoría de solista, contó con todo el apoyo del famoso coreógrafo para que empezara una carrera como creador. Fueron unos años en los que aprendió de la sabiduría de Cranko. También duros, con "grandes peleas" entre ambos, como ha recordado muchos años después la figura checa, pero que le sirvieron para dar con la manera de enfrentarse a la danza, o sea, de crearse un estilo.
Éste lo pudo poner en práctica a partir de 1975. Con sólo 28 años se convirtió en director artístico adjunto del NDT. Luego reinaría en solitario, crearía las formaciones II (para bailarines jóvenes) y III (para decanos, que hoy ha sido disuelta por falta de presupuesto). La NDT está dirigida en la actualidad por el americano Jim Vincent, pero Kilyan sigue vinculado a ella y supervisa sobre todo su legado coreográfico.

De la primera época de Kylian es Sinfonía de los Salmos, una de las principales obras de su carrera que se ha programado en el Teatro Real. Sobre la música homónima de Stravinsky, creó una coreografía de 45 minutos de duración, que se desarrolla sin descanso, con los bailarines en continuo movimiento. No hay entradas ni salidas del escenario, sí una presencia constante de los intérpretes que establecen un enfrentamiento entre ellos, de manera individual o conjunta, en el que se oponen momentos vigorosos con otros delicados.

La pieza, que desde hace un decenio forma parte del repertorio de la Compañía Nacional de Danza, es una de las preferidas de su creador. No sólo por la calidad en sí de la obra, sino también porque llega a todos los públicos. "Es fácil de comprender, accesible para todo el mundo", responde siempre Kylian sobre Sinfonía de los Salmos. El coreógrafo no considera el escenario como un espacio sacrosanto y cerrado, sino que busca "llegar al ciudadano medio, a un público formado por gente normal que va al cine, sale a cenar con sus amigos y va a ver danza".

Una de las inquietudes de Kylian es que el baile no se limite a ser una forma culta de expresión, sino que la danza se entienda como una parte de la vida. Esta idea la confirmó tras un viaje a Australia en 1980, donde entró en contacto con la cultura de los aborígenes y se interesó por los vestigios de las civilizaciones antiguas.

A las civilizaciones antiguas. En Whereabouts unknown, la segunda de las obras incluida en el programa del Real, y que está inspirada en música de Arvo Pärt y Anton Webern, su intención es viajar a estas civilizaciones "para descubrir la nuestra, intentando interpretar los mensajes enfrentados de lo consciente y de lo inconsciente, de lo visible y de lo oculto, descubrir aquello que se encuentra sobre la tierra y bajo la tierra. Whereabouts unknowns nace de esta curiosidad que, aún siendo fundamental, sólo puede revelarnos una imagen fugaz de las vastas y complejas capas que componen la vida", explica.

Como le ocurrió a él con Cranko, Kylian ha fomentado la parte creativa de los bailarines de la Compañía y ha promocionado a muchos de ellos. Con su impulso han surgido grandes nombres de la coreografía y de la danza mundiales como Nacho Duato, Mats Ek y Ohad Naharin. También la pareja artística formada por el inglés Paul Lighfoot y la española Sol León, bailarines y desde hace tiempo coreógrafos oficiales de la formación que suelen trabajar juntos. Estos interpretarán en el Real Subject to change, una pieza de apenas 20 minutos sobre música de Schubert que estrenaron hace siete años. Antes, como inicio del programa, las dos formaciones del NDT recibirán en la entrada y el foyer del teatro a los espectadores bailando Trobad´or, sobre música de Nicola Matteis.