Blanca Li fotografiada por Ali Mahdavi

Blanca Li fotografiada por Ali Mahdavi

Danza

Blanca Li: "Quiero crear con la tecnología algo que no se ha hecho nunca en la danza"

La primera ópera escrita por una mujer, de Francesca Caccini, llega a Madrid dirigida por la coreógrafa granadina, que estará también con el ballet 'Dido y Eneas' en el Festival de Granada.  

4 junio, 2024 02:04

Blanca Li (Granada, 1964) es una coreógrafa, bailarina, actriz y directora de cine imparable: cuando se le mete una idea en la cabeza, no para hasta quedar satisfecha. Miembro de la Academia de Bellas Artes de Francia, fue directora artística de los Teatros del Canal hasta el pasado diciembre, y acaba de ponerse al frente de La Villette, el parque cultural más grande de París.

En abril estrenó Notre Sacre con la Filarmónica de París, su espectáculo de realidad virtual Le Bal de Paris tiene Roma y Shanghái como próximos destinos, y el 7 de junio llevará a la Ópera de Dijon una versión en ballet de Dido y Eneas (que podrá verse también el 21 de junio en el Festival de Granada).

Desde este martes, y hasta el 9 de junio, podremos ver en los Teatros del Canal La Liberazione di Ruggiero dall’Isola d’Alcina de Francesca Caccini (1587-ca 1641), la primera ópera compuesta por una mujer, una divertida historia de amor entre caballeros y hechiceras a la que imprimirá su sello en la dirección de escena.

“La moda siempre se está reinventando. para la puesta en escena de los desfiles se me ocurren ideas muy locas”

Una semana antes de que termine Madrid en Danza, que dirige, tras una intensa jornada de ensayos y reuniones que es más la norma que la excepción, hablamos por teléfono con esta bailarina resolutiva, enérgica, que apuesta por la mezcla de artes y estilos y que incorpora, por qué no, la moda y la tecnología a sus creaciones.

Pregunta. Qué ilusión que se programe la primera ópera escrita por una mujer, ¿no?

Respuesta. ¡Sí! El mundo de la ópera no se puede decir que sea muy paritario. Es la tercera del Teatro Real creada en coproducción con los Teatros del Canal. Pero es una ópera muy pequeñita, nada que ver con las grandes óperas que vemos en el Real, y está hecha con bastantes pocos medios.

P. ¿Cómo van los ensayos?

R. Con Aarón Zapico estamos mano a mano, lo estamos pasando muy bien, y poco a poco va tomando forma. Es un barroco muy recitativo, realmente difícil, pero hay que ponerse en el contexto de cuando fue escrita, y pensar que es una reliquia, es una suerte que tengamos esto. Que además sea la primera ópera escrita por una mujer es todo un evento. Es muy interesante ponerla en escena e intentar darle otra forma más actual con la iluminación y la coreografía, reinventarla con esos detalles divertidos y un poco excesivos que puede tener el barroco. Esa es la lectura que me interesa siempre: tradición y presente.

P. Alguna vez ha dicho: “Es mi naturaleza mezclar. Me gusta, me divierte”. La Villette de París es un sitio que ni pintado en ese sentido, ¿no?. ¿Cuál va a ser su misión allí?

R. ¡Totalmente! [risas]. Es un parque de 55 hectáreas, y en él puedes hacer de todo, desde ir al teatro, a eventos en el recinto, cine de verano, carnavales... ¡Lo que quieras! Mi misión va a ser coordinar todo eso y darle una dirección, y a la vez intentar que el parque siga siendo un sitio de intercambio, de vida.

P. ¿De dónde saca su confianza para los proyectos?

R. Siempre intento tener muy claro por qué hago las cosas y lucho por llegar hasta el final de mis proyectos. En el Canal tenía una idea muy concreta de lo que quería hacer y de cómo veía yo ese espacio: quería que desde por la mañana hasta por la noche siempre estuviera ocurriendo algo. Y lo he conseguido: con el Centro Coreográfico, la exposición de Canal Connect, la nueva Sala de Cristal... Han sido cuatro años de mucho trabajo para conseguir crear esa identidad, y hoy es un sitio lleno de vida.

P. ¿Qué es para usted lo más importante al coreografiar?

R. Creo cada espectáculo a partir de lo que me ocurre, de lo que vivo, de lo que siento. No lo busco, surge y, de repente, necesito hablar de ello. Para mí, crear es una necesidad. Cada espectáculo es completamente diferente, según mi momento vital. Los bailarines se lo pasan muy bien conmigo, porque cada vez los llevo a una aventura diferente.

[El 'Cascanueces' de Blanca Li se arranca por hip hop]

P. Con Christian Lacroix hizo Sherezade para la Ópera de París, le acaban de regalar unas botas Louboutin a juego con su traje de Channel… ¿Qué le atrae de la moda?

R. He trabajado con creadores increíbles. Empecé a trabajar con Sibila y a partir de ahí he coreografiado desfiles, colaboro con creadores de moda para los vestuarios... Es un medio que me gusta mucho porque siempre se está reinventando. Necesita mucha creatividad, siempre están por delante. Cuatro veces al año tienen que crear una nueva colección, una nueva idea, una nueva imagen. Y para la puesta en escena de los desfiles se me ocurren ideas muy locas, es muy divertido.

P. Es fan de la tecnología, ¿por qué cree que es importante experimentar los avances tecnológicos?

R. Soy muy geek, cuanto más conozco la tecnología más me divierte. Es emocionante inventar con ella algo que no se ha hecho nunca. Entras en un proceso de creación en el que no sabes si vas a poder llegar al final. Te enfrentas a un problema con una batería, o has programado algo y no funciona... Todo para conseguir un espectáculo en el que la gente se lo va a pasar que te mueres. Me encanta ver al público: la mayoría es la primera vez en su vida que se ponen unas gafas de realidad virtual. Disfruto mucho viéndolos, me alegra que se lo pasen tan bien.

P. Desde 2022 dirige también Madrid en Danza. ¿Qué balance hace de este año?

R. Este año he hecho algo que me hace muchísima ilusión: celebrar la danza en la calle. Vinieron miles de personas, y fue tan bonito de repente ver a todo el mundo bailando en la Puerta del Sol...