Danza

Tentativas del nuevo Ballet Nacional de España

Antonio Najarro presenta su primer programa como director en el Teatro de la Zarzuela

16 marzo, 2012 01:00

Antonio Najarro, con los brazos en alto, rodeado de los bailarines del BNE

El Teatro de la Zarzuela presenta el próximo día 22 el primer programa del Ballet Nacional de España de Antonio Najarro: el estreno de Ángeles caídos, en el que participan seis coreógrafos flamencos, y la recuperación de Suite Sevilla, con Fran Velasco de invitado.

Ahora que las autoridades políticas se han propuesto vender la marca España sin que nadie haya explicado con precisión de qué se trata, quizá el Ballet Nacional de España (BNE) goce de una posición ventajosa en todo este asunto. Porque si de lo que se trata es de ser un espejo de nuestra cultura en el extranjero, hace 34 años que la compañía pregona por el mundo nuestras gracias artísticas singulares. Y a ese empeño se va a dedicar también Antonio Najarro, director de la formación desde el pasado septiembre. De 36 años y formado con los maestros de la danza clásica española (Mariemma, José Antonio, José Granero, Lorca...), así como en el propio BNE, Najarro se ha propuesto airear la formación y divulgar entre los jóvenes este baile único en el mundo convencido de que hasta ahora "no ha habido interés en hacerlo. Hay una gran ignorancia sobre lo que ha sido y cómo ha evolucionado". Y aclara: "Son más populares las compañías de autor que el BNE".

El próximo 22 de marzo en La Zarzuela de Madrid podremos ver el trabajo de estos seis últimos meses de Najarro. No hay que crearse falsas expectativas, todavía no ha renovado a los miembros de la compañía (sus contratos vencen el próximo verano) y hasta ahora ha tenido que cumplir con los compromisos heredados.

Él quiere que el BNE ofrezca dos temporadas en Madrid: una en marzo, con un programa de creación coreográfica, y una segunda en otoño, que bailará obras del repertorio. Le toca pues el turno a la creación contemporánea con el estreno de Ángeles caídos y la recuperación de Suite Sevilla, obra que él bailó con su compañía en 2011, poco antes de saber que sería director del BNE.


Bata de cola y mantón para ellos

Ángeles caídos es un espectáculo para el que ha reunido nada menos que a seis coreógrafos y bailarines flamencos. El ex de La Fura dels Baus Hansel Cereza firma la dirección artística. Con esta producción, Najarro muestra sus intenciones: acoger en el Ballet a figuras que brillan en el panorama dancístico español por su mirada renovadora y vanguardista. Javier Latorre, Manuel Liñán y Rafaela Carrasco reinan sin duda en la danza flamenca actual. Además, otro tres (Rocío Molina, Olga Pericet y Rubén Olmo) bailarán acompañados por el cuerpo de baile de la compañía.

Con tanta participación se corre el riesgo de que la unidad de Ángeles caídos se vea amenazada, pero Najarro explica: "Es un ballet argumental que muestra un lenguaje coreográfico muy polifacético. Cereza se ha inspirado en la leyenda bíblica de los ángeles caídos, expulsados del cielo y castigados a despojarse de sus alas por desobedecer a Dios. Hansel plantea la idea de que estos ángeles, los bailarines, recuperan sus alas, su esencia, a través del baile". La coreografía se abre con un movimiento coral de Javier Latorre que, en palabras de Najarro, "domina como pocos los elencos numerosos y hace coreografías muy estructuradas". Será la ocasión de ver bailar en un "paso a dos" a Olga Pericet, -"artífice de un flamenco supercontemporáneo sin dejar de ser la más flamenca de todas"- y a Rocío Molina -"a quien puedes pedirle que baile cualquier cosa"-.

Una de las grandes sorpresas viene de la mano de Rubén Olmo, el actual director del Ballet Flamenco de Andalucía; él protagoniza un solo con zapatilla de media punta en uno de los números más etéreos del espectáculo. Al final, es arropado por ocho bailarines que se emplean con el mantón, elemento femenino pero que en este caso sirve para ilustrar alegóricamente esas alas perdidas de los ángeles. Por su parte, también Rafaela Carrasco transgrede la norma al sacar a los bailarines en bata de cola.

Si Ángeles caídos es un ballet totalmente flamenco, también lo es Suite Sevilla, pero aquí convergen pasos y coreografías de bailes populares y de escuela bolera. Najarro escenifica la composición de título homónimo de Rafael Riqueni, extraordinario guitarrista clásico y compositor cuya música entronca con Albéniz o Turina. En Suite Sevilla, que estrenó en la Maestranza con gran éxito, se inspira en aquellas fiestas populares sevillanas como las procesiones, la feria de Abril o los toros.

La versión dancística de la obra cuenta con un artista invitado, Fran Velasco, que fue primer bailarín en el BNE y que ha destacado por sus papeles como Jasón en Medea o en Cachorro, de José Antonio y Salvador Távora. Velasco dejó el BNE para fundar su propia compañía, pero naufragó porque, según dice, "la danza española apenas se programa en nuestros teatros, no hay siquiera un festival dedicado a ella, por lo que es difícil que sobrevivan las compañías privadas si no se dedican al flamenco. Por eso, el BNE es fundamental: es donde los intérpretes pueden crecer y preserva nuestro patrimonio dancístico."

Superar los 50.000 espectadores por año

Aumentar las giras del BNE es uno de los objetivos de Najarro. Quiere verla en grandes y pequeños teatros de todo el país, pero veremos si el personal técnico del Ballet se lo va a consentir. Por otro lado, la compañía lleva muchos años recorriendo los escenarios internacionales y Najarro aspira a convertirla en la "referencia de la danza española". En 2011 el BNE estuvo en Miami, en Norwich (Inglaterra), en San Petersburgo y Moscú y en cinco ciudades de Asia (Guangzhou, Taipei, Seúl, Singapur y Bangkong). En España, actuó en Sevilla, Granada, Vigo, Santander y Murcia. Aproximadamente, unos 51.000 espectadores presenciaron sus espectáculos dentro y fuera de nuestra fronteras. Fue un año de transición, por lo que se espera superar con creces esta cifra. De momento ya hay confirmadas nueve plazas este año.