Image: Eva Yerbabuena

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Danza

Eva Yerbabuena: "Todos podemos cambiar de apariencia, pero no de alma"

30 junio, 2016 00:00

Eva Yerbabuena durante la representación de Apariencias

La bailaora presenta su espectáculo Apariencias en el Teatro Generalife de Granada en el marco del Festival Internacional de Música y Danza.

Eva Yerbabuena (Frankfurt, 1970) se ha convertido por méritos propios en una de las bailaoras de mayor fama mundial y de las más queridas también en su tierra (el Ayuntamiento de Granada acaba de premiar a la artista con la Medalla de Oro de la ciudad). Dentro de este reencuentro, se enmarca su presentación, este jueves en el Teatro del Generalife, de su obra Apariencias, en la que la granadina vuelve a ir más allá de los límites del flamenco dando lugar a un "poemario de corte humanista" sobre la realidad, como ha definido ella misma.Yerbabuena se atreve a bailarle a la política, a las diferencias sociales, a la religión... demostrando una vez más que el flamenco también es un arte contemporáneo y vivo, que invita a la reflexión desde el mismo patio de butacas. Para este espectáculo del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Yerbabuena contará con Paco Jarana (dirección y composición musical, guitarra) y los bailaores Lorena Franco, Christian Lozano, Fernando Jiménez, David Coria y Ángel Fariña, pero también ha invitado a colaboradores especiales como la cantante africana Alana Sinkëy o José Valencia, claves para una obra de profundo calado filosófico. Pregunta.- Ha dicho que este espectáculo supone un punto de inflexión en su carrera, ¿en qué sentido? Respuesta.- En realidad creo que cada espectáculo supone en cierto modo un punto de inflexión. Quizá este lo haga en un sentido especial porque reflexiono sobre todo lo que nos está tocando vivir a nivel social y también por las reflexiones en torno al flamenco, que considero que está ahora mismo en un momento de búsqueda. Hay una generación que está desapareciendo y los siguientes nos estamos buscando a nosotros mismos como hago yo en este espectáculo. Todos los artistas nos buscamos en nuestro medio de expresión. P.- Apariencias está lleno de preguntas, ¿qué se pregunta? R.- El espectáculo se basa en preguntas como ¿Necesitamos un conflicto para crear? ¿Dónde está el origen y a qué distancia estamos? ¿Es necesario dejar siempre una huella? ¿Nos sentimos invisibles si no creamos? ¿Quiénes somos cuando se levanta el telón?... Trato de explicar escénicamente, a través del cante y el baile, cómo nos influyen las apariencias. Por ejemplo, reflexiono sobre qué supone el ser flamenca, y elimino los elementos físicos asociados a ello, como la ropa e incluso el pelo, para mostrar que la esencia, eso que unos llaman corazón y otros alma, está en el interior y no depende precisamente de la apariencia. P.- Además de eliminar los propios, añade al espectáculo elementos ajenos al flamenco, ¿por qué? R.- Quise saber hasta qué punto necesito los elementos flamencos como artista o me puedo valer de otros distintos para expresar mi esencia, que sí es flamenca. Y en síntesis esa es la clave, tú puedes cambiar de apariencia, pero no de alma. Sé que hay gente que me criticará y dirá que esto no es flamenco, pero quizá no sea flamenco, es una artista flamenca expresándose en libertad, con toda la libertad posible. P.- La ciudad de Granada acaba de concederle la Medalla de Oro, ¿qué supone para usted? R.- Para mí supone un profundo honor. Granada es una ciudad que amo, en la que crecí y donde están asentadas mis raíces. Llevo tiempo viviendo fuera, en parte por mi trabajo, en parte porque considero que para mi profesión es una ciudad un poco adormecida, pero pertenezco aquí, y pienso volver en un futuro. Para mí, que he viajado un montón, es una de las maravillas del mundo.
P.- ¿Cómo ve la situación actual del flamenco? R.- Como decía hay una generación muy importante, grandes referentes que está a punto de desaparecer. Esto no es ni mejor ni peor, es diferente. Nuestra generación ya ha vivido otra realidad, quizá no tenemos las formas, pero tampoco muchas de las carencias. Por ejemplo, antes los artistas se desvivían por escucharse y verse los unos a los otros, vivían más en común el arte. Hoy podemos ver cualquier cosa en youtube, ya no se siente en directo. Pero creo que hoy en día el flamenco está en una situación maravillosa, técnicamente no se podría estar mejor preparado, aunque en contraste con eso, a mi juicio lo que falta son más artistas, no solo grandes ejecutores, sino artistas de verdad. P.- ¿Sigue pensando que el flamenco se valora más dentro de nuestras fronteras que en España? R.- Sí, eso es indiscutible. Cuando sales a cualquier país extranjero, Nueva Zelanda, por ponerte un ejemplo muy lejano, los teatros están a reventar con meses de antelación. Fuera alucinan con el flamenco. Aquí, ciñéndome al aspecto del baile, creo que no se fomenta realmente, algo que afecta a la danza en general. Dedicarse a la danza no está bien visto, bien considerado, a nivel familiar y mucho menos social. Nuestra sociedad no reconoce la danza como una carrera, algo que si ocurre con la música o el teatro, y algo que sí hacen en el extranjero. P.- ¿Está inmersa en un nuevo proyecto, creando un nuevo espectáculo? R.- Pues precisamente estoy con dos. Uno donde quiero trabajar a nivel de interpretación y otro que consiste en crear una compañía donde pueda coreografiar y dirigir. Todavía no voy a dejar de bailar, pero me apetece combinar las dos cosas, porque me encanta crear y me falta tiempo para interpretar todo lo que podría crear. Así que quiero empezar con esto poco a poco y ver a donde me lleva.