Primer disco de la soprano española que más aparece en las revistas del corazón. Ainhoa Arteta ha recopilado las canciones que habitualmente canta en sus recitales y las que hemos tenido oportunidad de escuchar en vivo en varios lugares de la geografía española. Lo más destacable de su primer disco es precisamente el buen gusto y la inteligencia al escoger el repertorio. Se diría que ha pretendido dirigirse al mismo público que cultivan sus apariciones en prensa y desde luego lo consigue con una selección de piezas muy asequibles para el oyente y que resulta francamente variada y amena desde el Vivaldi inicial hasta el Turina final.
La interpretación es correcta, aunque ni el Sposa son disprezzata vivaldiano alcanza de lejos los increíbles pianos y filados de Caballé, ni el Poema en forma de canciones de Turina tiene la redondez de Berganza, por poner dos ejemplos. Las piezas más interesantes resultan ser las de Guridi y García Abril.