Image: Entre Mozart y Stravinski

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Música

Entre Mozart y Stravinski

17 abril, 2002 02:00

El pianista Leif Ove Andsnes dirige a la Orquesta de Cámara de Noruega

Por una serie de casualidades de pronto se dan cita en la ciudad gallega una serie de conciertos en los que es protagonista la figura del músico ruso, para muchos el compositor más completo del siglo XX. Concurren tres grupos. El primero, la Orquesta de Cámara de Noruega, que viene dirigida -siguiendo la inevitable moda- por un instrumentista, el pianista de esa nacionalidad Leif Ove Andsnes, uno de los solistas más en boga en el actual panorama con una más que destacada discografía, el cual se lucirá como tal en el Concierto para piano nº 3 de Haydn y en el célebre nº 9, Jeunehomme, de Mozart, primera obra maestra del compositor dentro del género. Junto a ellos dos partituras stravinskianas, la suite del ballet Apollon Musagete, de 1927-28, para orquesta de cuerda, y el Concierto en re, de 1946, asimismo para un conjunto de estas características. La sesión tiene lugar hoy mismo en el Palacio Nacional de la ópera y se repetirá en el Auditorio de Oviedo (18 de abril), Sociedad Filarmónica de Bilbao (19 de abril) y Kursaal de San Sebastián (20 de abril). La segunda agrupación es la Orquesta Sinfónica de Galicia, es decir, la de la localidad, que va a dirigir mañana y pasado, otro instrumentista de categoría, el violinista Thomas Zehetmair. Stravinski se sitúa al comienzo con esa especie de concerto grosso que es Dumbarton Oaks, que estrenara en 1928 la mítica Nadia Boulanger. Luego Zehetmair tocará, al lado de la viola Ruth Kilius, la bellísima Sinfonía Concertante de Mozart y dirigirá, para finalizar, la Sinfonía nº 1 de Brahms. Como no hay dos sin tres, el Grupo Instrumental Siglo XX, con Florian Vlashi al frente, tocará una de las obras más emblemáticas del autor ruso, La historia del soldado, de 1918, que será narrada, suponemos que con su gracia habitual, por el pedagogo Fernando Palacios, un hacha en esto de encontrarle a la música las vueltas didácticas. El acto, que se desarrollará el próximo sábado, pertenece al ciclo "Concierto en familia".

El arco intenso de Maisky
Mischa Maisky, el violonchelista nacido en Riga en 1948, es un virtuoso, eso nadie lo duda. A veces sus concepciones y soluciones expresivas, sus acentuaciones pueden chocar, sobre todo cuando acomete la interpretación de las Suites de Bach -que tocara en España la pasada temporada-, a las que confiere un enfatismo y un fraseo que se antojan escasamente afectos al estilo. Pero su sonido, denso, aterciopelado, su arco, de una potencia y una infalibilidad casi total, juegan en su favor. Por eso hay que estar atentos a su nueva presencia en Madrid, el próximo viernes para recrear el celebérrimo Concierto de Dvorák, que estará arropado por la Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia dirigida por Terje Mikkelsen para la Politécnica.

La joven madurez de Hélène Grimaud
Otro nuevo valor llega a España. Se trata de la francesa, residente en Estados Unidos, Hélène Grimaud, una pianista que, pese a ser prácticamente niña prodigio y de haber saltado a la fama a los 15 años, ha ido despacio en su evolución, estudiando y puliendo sin prisas su estilo y técnica. Ha sido alumna de Pierre Barbizet en Marsella y de Jacques Rouvier en París. Se perfeccionó con maestros tan distintos como Leon Fleischer y Giorgy Sandor. Un buen cóctel que ha procurado en ella, persona calmosa, inteligente y sesuda -aparte de muy bella- una paulatina madurez, que empieza ahora a dar sus frutos. Esta interesante instrumentista va a actuar en Madrid el próximo martes en el Ciclo "Grandes Intérpretes" de la Fundación Scherzo, con un programa que incluye la Sonata nº 17 de Beethoven, la célebre Tempestad, y la Tercera de Brahms. Como aperitivo incluye la Fantasía sobre un ostinato (a partir del Allegretto de la Sinfonía nº 7 de Beethoven) del neoyorkino John Corigliano (1938).

Caballé en Madrid
La última diva del bel canto regresa mañana al escenario del Auditorio Nacional donde ofrece un recital benéfico en el que tras una primera parte con piezas de Scarlatti, Vivaldi y Bellini, la soprano abordará arias del romanticismo francés, provenientes de la ópera Cinq Mars de Gounod y Le Roi de Lahore de Massenet, así como del verismo italiano de La Bohème de Leoncavallo y Zanetto de Mascagni. Cierra el programa una selección de romanzas de El Rey que rabió, La canción del olvido y La Tempranica.

Gaztambide resucitado
La pasada temporada se exhumó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid El juramento de Gaztambide, en una moderna revisión musical del ICCMU debida al asturiano Ramón Sobrino y que confirmaba al compositor navarro como uno de los más interesantes creadores del XIX español. Fue sin duda uno de los éxitos del año, tanto por la frescura, ligeramente italianizante de la obra, que se había estrenado en el mismo coliseo el 20 de diciembre de 1858 y que había supuesto una magnífica piedra en el camino del género, que pocos años antes había alumbrado la importante Jugar con fuego de Barbieri. Las peripecias del Marqués, que se cuentan con gracejo, la consistencia de la partitura, muy sólidamente trabada sobre el libro de Luis Olona, la espléndida factura de las arias y la originalidad de ciertos números son indiscutibles. Lo podrán comprobar en Oviedo, dentro del Festival de Teatro Lírico de la ciudad, en cuyo Campoamor se presenta esta producción (en la imagen) que lleva la marca, estilizada, fina, colorista, de otro asturiano, Emilio Sagi, actual director artístico del Teatro Real. La escenografía es de Trotti y los figurines de Jesús del Pozo. La dirección musical corre a cargo de Gregorio Gutiérrez, titular de la Orquesta Ciudad de Oviedo, que ha de gobernar un reparto muy parecido al que resucitó la obra en Madrid: Beatriz Lanza, Milagros Martín, Rodrigo Esteve, David Menéndez, Carlos Bru y Luis Cansino. Las funciones tendrán lugar los días 23, 24, 26 y 27 de este mes.

Favorita boloñesa
Cuando todavía perduran los sones en el Liceo, el Comunale de Bolonia presenta la próxima semana una nueva producción de La Favorita de Donizetti, en su versión francesa. En esta ocasión, la producción corre a cargo de Walter Pagliaro, alumno favorito de Giorgio Strehler. En el foso contará con Maurizio Benini, maestro con carrera en claro ascenso. Entre los protagonistas destaca Sonia Ganassi, que debuta en el papel de Leonora, Giuseppe Filianoti (ganador del Viñas) y Roberto Frontali.

El jilguero alemán
El próximo lunes, los aficionados al lied tienen una cita en el Teatro de la Zarzuela de Madrid con la soprano alemana Dorothea Rüschmann (Flensburg, 1969), una cantante que ha logrado predicamento en los últimos años. Posee una voz pequeña, de luminoso timbre lírico-ligero, que sabe usar con buen arte y sentido expresivo. Triunfó en Salzburgo en 1995, con Harnoncourt y a partir de ahí empezó a despegar y a frecuentar los más importantes escenarios. Al piano, el sólido Graham Johnson.