Image: El norte cierra la temporada

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Música

El norte cierra la temporada

Santander y San Sebastián dan vida al verano cultural del Cantábrico

31 julio, 2002 02:00

Escena de Los cuentos de Hoffman en la producción de Dmitri Bertman

El 2 de agosto comienza el Festival de Santander, que acaba de cumplir su medio siglo de vida. Junto a la Quincena Musical Donostiarra, que comienza una semana más tarde, articula la actividad musical del norte de España. Las propuestas cantábricas apuestan especialmente por los estrenos. A su lado todo tipo de espectáculos, desde la ópera, con títulos como Andrea Chenier, Los cuentos de Hoffmann o Lulú, hasta el mundo sinfónico, con orquestas como la London Symphony, la Filarmónica Checa o la Radio de Berlín. No faltan tampoco figuras del prestigio de María Bayo, Vladimir Ashkenazy o Marek Janowski. A destacar también en el de Santander la inclusión de las últimas etapas del Concurso de piano "Paloma O’Shea".

Santander sigue fiel a sus principios en el Festival de 2002, sin que en sus estructuras e ideas programadoras se produzcan cambios ostensibles. Esa disposición de años es lo que probablemente confiere personalidad a una muestra de este tipo, que tiene ya el poso del tiempo y que es fiel reflejo de la personalidad y de la cultura de su director de tantos años, José Luis Ocejo. Seña de identidad son los conciertos en los llamados Marcos históricos, lugares de excepción ecológica, paisajística o arquitectónica situados en el entorno de la capital de la Comunidad. En ellos el Cuarteto Ysaÿe estrena en España el Cuarteto nº 3 del compositor y musicólogo francés André Boucourechlie, al que hay que añadir el Trío de Damas ("Música en los monasterios femeninos"), la orquesta Vox Aurae, Nordic Voices, el Cuarteto Parisii, que aquí toca los Cuartetos Cromático de Fernández Blanco y nº 4 de Marco, o la Schola Cantorum de Oxford.

Grandes conciertos
Lo más sonado, aquello que se desarrolla en el Palacio de Festivales y atiende al epígrafe de "Ciclo sinfónico, Cámara y Recitales", empieza el 7 de agosto, con la Sinfónica de Londres y Fröhbeck y sigue con actuaciones del Concerto Italiano y Alessandrini (Vivaldi, Corelli, Geminiani), Sinfónica de la Radio de Berlín con Janowski y el Orfeón Donostiarra (Misa en fa de Bruckner, lo mismo que en la Quincena), Filarmónica Checa con Ashkenazi (Séptima de Mahler, como en Donostia) y la Orquesta de Cámara de Europa con Andras Schiff como pianista y director (Bach, Janácek, Schumann). Hay que mencionar el recital de la mezzo rusa Elena Obraztsova con Zabala al piano. Este año la ópera viene verista, con Andrea Chénier de Giordano en las voces de Giovanna Casolla, Alberto Cupido y Joan Pons. Renato Palumbo dirigirá a los buenos conjuntos de la ópera de Sofia en nueva producción del Festival encomendada a Emile Fourny.

Junto a este título taquillero, otro de menor aceptación popular, Lulú de Berg, en la versión completa de Cerha, que llevará a la escena del Palacio la compañía Helikón, de Moscú, un muy apañado grupo que ya se presentó con éxito el pasado año con alguna producción modesta de medios pero bien ideada. Montan también Los cuentos de Hoffmann de Offenbach. Dmitri Bertman, un hombre muy creativo, un francotirador, es el responsable artístico.

Capítulo de estrenos
Aparte del siempre importante capítulo de danza -espectáculo variado de flamenco y clásico dirigido por Gerardo Vera, Eifman Ballet de San Petersburgo, Víctor Ullate-, hay que contar con la parcela dedicada a los estrenos-encargo, habitualmente significativa en este Festival: Francisco Novel Sámano, Teresa Catalán, Philippe Lefebvre y Antonio Noguera dan a conocer sus nuevas obras. Y se conmemoran los cien años de Evaristo Fernández Blanco y los 60 años de Tomás Marco . Unido al certamen está en esta edición, una vez más, el Concurso de piano "Paloma O’Shea". La Filharmonia de Galicia con Colomer y la Sinfónica de Londres con Fröhbeck colaboran en las semifinales y la final. Todo un lujo.

Como siempre la Quincena se ordena y organiza de acuerdo a criterios formales muy estrictos en los que la separación por ciclos es una norma que clarifica y equilibra En esta edición, la nº 63, hay una importante vertiente dedicada a la música contemporánea, con dos nombres relevantes, de la creación de los úlimos decenios. Son los de Félix Ibarrondo y Olivier Messiaen. El primero, natural de la localidad guipuzcoana de Oñate, es un sólido e independiente músico, de refinada formación francesa. Su potente lenguaje, lleno de pulsiones, de complejos ritmos, estará presente en la sesión de apertura, en los atriles de la Sinfónica de Bilbao que dirige Juanjo Mena, el 8 de agosto, con una nueva composición, Zuk zer dezu? El LIM, con Villa Rojo, incluye en uno de sus dos programas del ciclo de Música contemporánea una obra temprana, de 1976, Clair obscur.

Más favorecida es aún la insigne figura, ya desaparecida, de Messiaen (1908-1992), cuya música aparece en los tres conciertos antedichos y en el del dúo de acordeón y piano Alberdi-Sukarlan, que estrenan composiciones de Erkoreka, Gerenebarrena, Matheson, Lauzirika y Mosca. Los proteicos y lumínicos pentagramas del gran apóstol francés están en los programas de los organistas Azkue -que estrena a su vez Virgo dei Genitrix de Aragöés- y Roth (director este año del habitual curso de órgano), que abre su mirada a Widor con dos de sus sinfonías para el instrumento.

Música antigua
En otro orden de cosas, tenemos, dentro del ciclo de música antigua la presencia de La Colombina, Ensemble Al-Kindi, Mudéjar, Capella de Ministrers y el laudista Hopkinson Smith, que dedicarán sus desvelos a músicas de extremo y variado refinamiento. Los grandes, característicos y necesarios fastos sinfónicos aparecen bien repartidos en diversas actuaciones. Christian Zacharias, pianista y director, da, con la Orquesta de Cámara de Lausana, sus tres últimos programas centrados en los Conciertos de Mozart, cuya integral iniciara con fortuna hace tres veranos. Algunos directores y orquestas actúan también en Santander, como se ha visto; así, Vladimir Ashkenazi y la Filarmónica Checa, o Marek Janowski, con la Radio de Berlín y el Orfeón Donostiarra. Sir John Eliot Gardiner, con sus habituales English Baroque Soloists y el Coro Monteverdi, expondrá el oratorio de Haendel L’Allegro, il Penseroso ed il Moderato. A señalar también la ópera El castillo de Barbazul de Bartók, que corre, en versión concertante, a cargo de la Sinfónica de Euskadi y de su titular, Christian Mandeal. Son en principio adecuados solistas Ildiko Komlosi, mezzo, y Laszo Polgar, bajo. No se descuida la savia nueva ni la música de cámara, ni la ópera. Este año se ha seleccionado Il viaggio a Reims de Rossini, en la producción del Festival Mozart de La Coruña, dirigida por Alberto Zedda.