Image: El regreso de una dama del canto

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Música

El regreso de una dama del canto

Recital de la soprano Raina Kabaivanska en el Teatro Real

29 mayo, 2003 02:00

Kabaivanska como Tosca. Foto: M. Di Benedetto

El 2 de junio tendrá lugar en el Real un curioso, y esperado, acontecimiento: el recital de la veterana soprano Raina Kabaivanska, uno de los últimos mitos de la lírica. Con este motivo, El Cultural analiza su trayectoria.

A veces las viejas voces nos pueden dar alguna que otra alegría. Fraseo, línea, sentido del matiz, capacidad constructiva, respiración, expresión están todavía ahí, y aunque el canto, por la edad, llegue a ser esforzado, nos pueden bastar. Son reflexiones que se nos ocurren ante el recital que el próximo lunes va brindar en el Real la muy veterana soprano búlgara Raina Kabaivanska (Burgass, 1934), que el 15 de diciembre cumplirá la bonita cantidad de 69 años. Podemos preguntarnos muy lícitamente: ¿dónde va esta mujer con esa edad? Pues contestaríamos: a cantar. Y a cantar bien dentro de sus posibilidades actuales, que ya no son demasiadas. Pero queda el estilo, la técnica, la elegancia de una artista que ha sido muy importante; un modelo espléndido de cantante-actriz, de magnífica figura y presencia en el escenario.

Kabaivanska fue en origen una soprano lírica ancha, plena, que pasó luego, por natural evolución, al terreno de lo spinto o de lo lírico-dramático. El tinte era oscuro; el vibrato, acusado; el dominio de todos los resortes canoros, innegable. Basta oír, por ejemplo, sus interpretaciones verdianas de los setenta. Su control del aliento, sus pianísimos en una página tan especialmente difícil como D’amor sull’ali rosee hacen época. No es raro que la soprano atesorara tanto saber -que le sirve ahora para sus cursos y clases magistrales-, puesto que fue una muy aplicada estudiante, que se preocupó de resolver los principales problemas de la reproducción, emisión y expresión. Raina -que en realidad se apellidaba Jakimowa- debutó en el Teatro de la ópera en 1957, con la Tatiana de Eugen Onegin. Más tarde se trasladó a Milán, donde se perfeccionó con Zina Fumagalli-Riva. Sus comienzos italianos los hizo con el nombre de Raina Kabai cantando Nedda de Payasos. En 1962 causó sensación en Londres con Otello al lado de Del Monaco.

Se abrieron desde aquí todas las puertas y su carrera se consolidó por completo. Ahora la tenemos de nuevo entre nosotros junto a la Sinfónica de Madrid y Pedro Halffter. El exigente programa incluye fragmentos comprometidos de Verdi, Puccini, Massenet y Chaikovski.