Image: Estrellas en Pollença

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Música

Estrellas en Pollença

Penderecki, Pons y Hardenberger protagonizan la cita balear

5 julio, 2007 02:00

La solista de violín británica Chloë Hanslip

El Festival de Pollença es el más importante, aunque no el único, de las Baleares. En esta edición que comienza el sábado destacan nombres como el compositor polaco Krzysztof Penderecki y el barítono menorquín Joan Pons.

Sin grandes alharacas, despaciosamente, este festival veraniego se dispone a empezar el próximo sábado su camino en una edición que comienza, para abrir boca, con un concierto muy saludable y refrescante, en el que se dan cita partituras de Vivaldi, Hummel y Weber; un barroco, un clásico y un romántico en un atractivo juego de contrastes. La mandolina de Aison Stephens coloreará los vitalistas pentagramas del Prete Rosso, mientras que el fagotista Gustavo Núñez prestará el oscuro timbre de su instrumento a los del músico de Pressburgo. Las aladas melodías del autor de Der Freischötz redondean esta sesión inaugural protagonizada también por la Slovak Chamber Orchestra.

Una semana más tarde (el sábado, 14 de julio), el aire se aquieta para dar paso al estilizado violín de Chloë Hanslip, acompañada al piano por Caspar Frantz en piezas de Beethoven, Chausson y lo que es novedad, Castelnuovo-Tedesco. El 21 de julio, el flamenco se instalará en esta localidad mallorquín de la mano de la Compañía de Mayte Martín y Belén Maya, que brindan una actuación que ellas mismas denominan "de cámara".

La Camerata de Salzburgo viene dirigida quince días después, por Haken Hardenberger, solista asimismo de trompeta. Este conjunto austriaco aún conserva la impronta vigorosa del violinista y director Sandor Végh, que enseñó a esos músicos a fundirse como uno sólo y a desarrollar de forma muy estimulante el repertorio de los clásicos y de algunos pilares del siglo XX, como Stravinski, que figura en el programa junto a Mozart y Michael Haydn, maestro del salzburgués.

Tan sólo dos días después, el 9 de agosto, cambia el panorama para dar paso al dúo de Guitarras Katona Twins, que amenizarán al respetable con obras de Bach, Scarlatti, Albéniz y Piazzola. Enseguida, el cantante de la tierra, el muy maduro Joan Pons, todavía un barítono de timbre noble y pastoso, y de anchurosa sonoridad. Su amplia voz, de oscuro tinte, particularmente en un centro redondo y pleno, será vehículo de composiciones de Soutullo, Guastavino, Ginastera, Verdi y Giordano. Un buen ramillete de autores líricos. Al piano, Marco Evangelisti.

Danza barroca. El salto será aún mayor el 11 de agosto, con la introducción de la danza. Y no cualquiera, debido a que quien se presenta es la New York Baroque Dance Company, que actúa junto a The Hanover Band en un programa montado sobre coreografías originales del siglo XVIII con músicas de Haendel, Rebel y Geminiani. Seguro que el espectáculo será altamente excitante. Como probablemente lo será también para los lisztianos de vocación y corazón la intervención de uno de los apóstoles de Liszt, Leslie Howard, homónimo del actor inglés coprotagonista de Lo que el viento se llevó. Pero este Howard toca muy bien el piano, con una enorme pulcritud y sentido de color, lo que le ha permitido grabar la integral de la obra del compositor húngaro. Junto a éste, el programa lo completan dos rusos, Rachmanino y Borodin.

Las músicas étnicas hacen su aparición el 18 de agosto con el Grupo de Percusión Amadinda, que incluye piezas de procedencia muy diversa: Bali, Tonga, País Vasco y Polinesia en lo que promete ser una velada bastante animada. A su estilo, sin duda, tendrá este carácter la que protagoniza el joven y ya célebre Cuarteto Casals, con páginas de Haydn, Bartók, Turina y Ravel, cuatro autores que agrupamos de dos en dos por estética e influencias.

La sesión de clausura, el 25 de agosto, tiene como estrella al compositor y director polaco Krzysztof Penderecki, que, con el flautista Massimo Mercelli y los Virtuosi Italiani, ofrece su propia música al lado de las de Boccherini y Chaikovski.