Image: Cuatro décadas de Ibermúsica

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Música

Cuatro décadas de Ibermúsica

Mehta inaugura un programa con sabor español

23 octubre, 2009 02:00

El maestro indio Zubin Mehta. Foto: Oded Antman

Arranca este lunes, a manos de Mehta y la Filarmónica de Israel, la 40ª temporada de Ibermúsica. Un ciclo con destacada presencia española, varios estrenos y un insólito Harding.

Para la conmemoración de su cuadragésimo aniversario, Ibermúsica ha preparado un ciclo sustancioso que se inicia el próximo lunes. Hay varios platos fuertes. La asidua Sinfónica de Londres brinda seis programas diferentes. Por su novedad, destacamos el segundo del tan activo Daniel Harding: Concierto para piano nº 1 de Mozart (con Aimard, lo que marca un interés supletorio) y la Sinfonía nº 2, ‘Asrael’ de Suk. Música checa asimismo en el otro programa del director: la Sinfonía nº 7 de Dvorák, que no parece muy afín a las maneras ligeras y estilizadas del inglés.
Las dos sesiones beethovenianas con la misma formación a las órdenes de Gardiner incluyen el Concierto nº 2 con Maria João Pires y la Novena. La elegancia de sir John contrastará con los modos nerviosos del asturiano Pablo González y la sensibilidad de Gloria Ramos, dos directores españoles que se sitúan -¡bravo!- ante el conjunto británico, con la Décima de Shostakovich y Petrushka de Stravinski, respectivamente.
Otra cita a resaltar en el calendario es la visita de la Staatskapelle de Dresde, de tan refinada sonoridad, que sólo da un concierto y acude con Herbert Blomstedt, antiguo titular, con Beethoven y Mendelssohn en los atriles. Dos programas ofrecen otras dos magníficas centurias: la del Concertgebouw, con Mariss Jansons (Tercera de Mahler) y laFilarmónica de Nueva York, que se presenta con su reciente titular, Alan Gilbert, con variadas selecciones de partituras. Por supuesto, no hay que desconocer la presencia de la Gustav Mahler Jugendorchester, con el templado Antonio Pappano al frente (Strauss, Shostakovich), de la Filarmónica de Israel, que toca las cuatro Sinfonías de Brahms, o la de la Comunidad Valenciana (Strauss), una y otra al mando del siempre eficaz Zubin Mehta. Ni tampoco de la Filarmónica Nacional de Rusia con el virtuoso Vladimir Spivakov (Quintas de Chaikovski y Shostakovich); o de la Staatskapelle de Berlín con su titular, Daniel Barenboim, en el podio (Sinfonías 5 y 6 de Bruckner, especialidad de la casa).
Se incluyen tres estrenos, lo que es saludable: Expo de Magnus Linderg y The Wound-Dresser de John Adams (Filarmónica de Nueva York) y Night songs for a desert flower de Stephen Hartke, en los arcos del Cuarteto Brentano.
Hay sitio también para orquestas españolas: Real Filarmonía, con Ros-Marbà, Sinfónica de Galicia, con Pérez, Cadaqués, con Noseda, y la cordobesa Bandart, una suerte de orquesta escuela que dirige desde el atril Gordan Nikolic. Completa la programación, ya en marzo, una de las modernas luminarias del piano, el chino Mei-Ting Sun.