Música

División de opiniones para el Macbeth dirigido por el español Guillermo García Calvo

El público de la Ópera de Viena recibe con vítores, aplausos y abucheos la nueva producción de Verdi

8 diciembre, 2009 01:00
EFE
El público de la ópera de Viena recibió este lunes dividido -con vítores, aplausos y abucheos- el estreno de una nueva producción de Macbeth, de Giuseppe Verdi, con la puesta en escena de Vera Nemirova y la dirección musical del español Guillermo García Calvo.

La propuesta escénica no convenció a gran parte del coso vienés, que castigó con encendidos abucheos a la directora teatral búlgara, quién trató de ofrecer un planteamiento algo más vanguardista del que el tradicional público vienés pudo aceptar.

La puesta en escena, centrada en los árboles del bosque de Birnam, despertó en varias ocasiones abucheos y risas en algunos sectores del público, al que no convenció las licencias de Nemirova en esta historia sobre la ambición y la tiranía basada en el conocido drama de William Shakespeare.

Nemirova actualizó la trama y trasladó la acción a nuestra época con una escenografía austera y oscura, que parecía reflejar la sombría alma de los protagonistas, pero, entre otras cosas, la visión de una Lady Macbeth con un fusil Kalashnikov en las manos no pareció convencer a los espectadores.

Los asesinos de Banquo son retratados como hombres misteriosos con gabardina y un globo rojo en la mano, y las brujas que enturbian la mente de Macbeth son artistas y periodistas. Y consumado el regicidio que desencadenará un huracán de violencia, Macbeth y Lady Macbeth cantan bajo el agua de una ducha real.

El público se mostró mucho más satisfecho con Guillermo García Calvo, el primer director español en dirigir un estreno en la ópera de Viena, y le premió con una ovación, aunque también resonó algún abucheo aislado.

El músico de 31 años tomó las riendas del estreno de la ópera en cuatro actos, de la que Verdi dejó escrito que era su favorita, por el abandono de Daniele Gatti por motivos de salud.

García Calvo ya explicó a Efe antes del estreno que los espectadores abuchearían la escenografía porque la propuesta podía soliviantar al público de Viena, "que es bastante tradicional".

El barítono británico Simon Keenlyside, que interpretó a Macbeth, recibió la más larga y calurosa ovación de la noche por una interpretación notable, por encima del resto del elenco.

La soprano sueco-americana Erika Sunnegardh, como Lady Macbeth, se llevó aplausos y también abucheos, mientras Stefan Kocán personificando a Banquo, y Dimitri Pittas a Macduff, estuvieron correctos pero no despertaron grandes entusiasmos.