Image: Montezuma a la iberoamericana

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Música

Montezuma a la iberoamericana

Los Teatros del Canal se suman al Bicentenario con Graun

10 septiembre, 2010 02:00

Un momento de la coproducción de Montezuma. Foto: Herman Sorgeloos.

Más allá de la intrínseca calidad de la versión que se nos va a ofrecer, dentro de la presente temporada del Real en los Teatros el Canal, lo cierto es que Montezuma, de Carl Heinrich Graun, es una novedad absoluta por estos pagos. El músico alemán fue un maestro del contrapunto y sabía tratar la voz magistralmente. Manejaba una armonía clara y significante y era hábil en el arte de la modulación. Poseía una vena melódica, llena de expresión y capaz de tocar la fibra emotiva de cualquier oído sensible. Tenía una especial capacidad dramática para desarrollar largos, intensos y explicatorios recitativos secos.

La versión que se presenta en Madrid, que se ha visto recientemente en el Festival de Edimburgo, es resultado de una coproducción entre seis entidades que coincide con el bicentenario de las independencias iberoamericanas. El argentino Gabriel Garrido, sólido director en el repertorio monteverdiano, que ya nos sorprendió con La púrpura de la rosa de Velasco, estará en el foso junto al Grupo Elyma. La escena correrá a cargo del mexicano Claudio Valdés Kuri, responsable de un montaje sembrado de polémicas, en el que los colonos españoles son tratados como villanos.

Esquema 'da capo'
Graun se manejaba con soltura en la descripción de sentimientos, que apuntaba en los secco y desarrollaba en las arias, en otras de sus óperas encuadradas en el conocido esquema del da capo, pero que en Montezuma es casi siempre ventajosamente sustituido por una estructura bipartita de signo monotemático variado, lo que hace que la acción aparezca impulsada con mayor fluidez y agilidad. Son piezas que podrían ser catalogadas como cavatinas. La ópera estuvo viva más o menos hasta 1771, año en el que conoció una reposición. Luego la noche de los tiempos se abatió sobre ella. Hasta que resucitó en 1936 en Saarbrücken. Berlín no la recuperaría hasta 1981 y el Festival de Spoleto la programó en 1987.

Montezuma vio la luz con motivo de la inauguración del Teatro Real de Berlín el 6 de enero de 1755. El éxito fue inmediato y el libreto, originalmente en francés y debido a la pluma de Federico el Grande, fue traducido enseguida al italiano por Giampietro Tagliazucchi. El rey prusiano, a fin de identificarse con el caudillo azteca, le otorgó los rasgos de un iluminado pacífico, dominador de un próspero imperio que atraviesa una auténtica edad de oro, mientras que Hernán Cortés queda como un hombre sin escrúpulos, un depredador.