Dimitri Bashkirov

Dimitri Bashkirov

Música

Muere Bashkirov, magisterio al piano

El músico georgiano, gran representante de la escuela soviética, fue una figura clave en la docencia pianística en nuestro país, sobre todo en la Escuela Reina Sofía

8 marzo, 2021 18:05

Dmitri Bashkirov falleció ayer a los 89 años. Se apaga así su pianismo punzante y tenso, depurado y eléctrico por momentos. Nacido en Tiflis (Georgia) el 1 de noviembre de 1931, deja a su espalda un legado fecundo, compuesto miles de recitales y un tesoro discográfico recogido por el sello suizo Claves, ahondando particularmente en el repertorio de compositores como Bach y Beethoven.

En la antigua URSS era un prócer del piano, algo que en una tierra tan rica en su aportación de excelentes músicos no es cuestión baladí: fue nombrado Artista de Honor en 1968 y Artista del Pueblo en 1990, poco antes de que el proyecto de la dictadura del proletariado saltase en añicos solo un año después. De la tremenda concentración de talento que germinó en la Unión Soviética, entre la Revolución de Octubre y la caída del Muro de Berlín, nos ha dado por cierto detallada cuenta recientemente el volumen El piano soviético (Antonio Machado / Scherzo, 2020), de Luca Ciammarughi.

El pianista georgiano también destacó por su labor docente. Desarrolló esta faceta en el Conservatorio Chaikovski de Moscú, Conservatorio Superior de Música de París, el Mozarteum de Salzburgo, la Academia Sibelius de Helsinki. En España tuvo un papel clave en la Escuela Superior de Música Reina Sofía durante más de una década. Son muchos alumnos suyos los que hicieron carrera de altura a las teclas: a Arcadi Volodos, Luis Fernando Pérez, Dang Thai Son, Nikolai Demidenko, Elena Bashkirova (su hija, casada con Daniel Barenboim), Claudio Martínez Mehner, Kirill Gerstein, Plamena Mangova, Denis Kozhukhin, Eldar Nebolsin, Vestards Simkus, Dmitri Alexeev, Claudio Martínez Mehner, Bruno Vlahek...

Él a su vez se formó en origen en el entorno familiar. Posteriormente, amplió esos conocimientos originales bajo la férula de Anastasia Virsaladze en el Conservatorio de Tiflis, en primera instancia, y con posterioridad en Conservatorio Chaikovski de Moscú. El 1955 sus capacidades experimentaron un espaldarazo al hacerse con el Gran Premio del Concurso de Piano Marguerite Long-Jacques Thibaud en París. Aquel punto de inflexión le fue poco abriendo las puertas de las prestigiosas formaciones orquestales como Orquesta Sinfónica de Chicago, Orquesta de París, la Royal Philharmonic Orchestra de Londres, la Filarmónica de San Petersburgo, la Filarmónica de Israel.

Estuvo asimismo a las órdenes de la nombradía de Daniel Barenboim, Zubin Mehta, Kurt Masur, Vladimir Ashkenazy, Wolfgang Swallisch y, junto al vioinista Igor Bezrodny y el violonchelista Mikhail Khomitzer conformó un trío de cámara. En España también tuvo reconocimientos de altos vuelos. De hecho, hace tan solo dos años, la Reina Sofía en persona le entregaba la medalla de Profesor Emérito de la Escuela que lleva el nombre de la monarca y que fue fundada por Paloma O’Shea en 1991. Era un tributo que orlaba su larga vinculación en nuestro país, en el que se asentó tras algunos roces con el régimen soviético, a cuento de las trabas que le puso alguna vez para salir de sus fronteras. Pocos años antes, en 2008, el gobierno le concedió  Gobierno español le concedió en 2008 la Encomienda de la Orden Civil de Alonso X el Sabio

Fue la suya una personalidad apabullante y excéntrica. En los últimos años de su vida dejó caer en alguna entrevista un lamento: que la mejoría general de la técnica pianística no siempre estaba sostenida en un pensamiento profundo del arte que mana de ese instrumento al que consagró su vida.

@alberojeda77