Si hay una cantante que resuma toda la tradición cubana esa es Omara Portuondo (La Habana, 1930). Gran diva del son, del bolero y del 'filin', su nombre saltó al gran público de la mano de Ry Cooder en 1999 con el documental en el que el guitarrista estadounidense rescataba, junto a Wim Wenders, la banda Buena Vista Social Club, fundada años antes por inmensas figuras de la música cubana como Ibrahim Ferrer, Compay Segundo, Elíades Ochoa (también presente este año en la cita de Cartagena) y Pío Leyva, entre otros.

Las calles de La Habana

En el documental, Portuondo se pasea por las calles de la capital cubana compartiendo ritmos y estrofas con los vecinos y recordando cómo empezó a cantar en los descansos de los partidos de su padre, jugador de béisbol. “Buena Vista significó el placer del reencuentro con muchos músicos con los que había trabajado. Eso fue lo más importante para mí”, explica a El Cultural.

Pero la mirada atrás no es una cosa que vaya mucho con Omara Portuondo. Muy sonada ha sido su colaboración con C. Tangana en Te venero, tema que integra El Madrileño, segundo álbum del rapero. “Es un tema concebido con talento y paciencia”, señala la cantante, que no pierde detalle de la música que le rodea.

"Recuerdo con orgullo haber trabajado con Bola de Nieve o Benny Moré. La cultura cubana debe hacer más por su legado”

De hecho, nos enumera algunos nombres que llaman su atención y con los que ha colaborado en diversas ocasiones: el mencionado Tangana, los cubanos Cimafunk y Aymée Nuviola, los mexicanos Carlos Rivera y Natalia Lafourcade y la guatemalteca Gabi Moreno, entre otros. “Sigo a las nuevas generaciones de jóvenes en el mundo”, aclara. Sobre ritmos como el reguetón o el trap, señala con humor: “Son ritmos que le gusta a la juventud y los respeto. También les gusta a los menos jóvenes...”

El recuerdo de la salsa

¿Hay relevo? ¿Continuarán las nuevas generaciones con el trabajo de Portuondo y nombres como los integrados por Buena Vista? El pulso, la situación de la música cubana, no es para Portuondo un motivo de preocupación. Otros ritmos podrían estar desplazando de alguna forma a la salsa, un género que nuestra diva ha conocido en todo su esplendor.

“La música cubana, como otras músicas, tiene sus altas y bajas, pero se recupera, como el mundo. Si hay relevo o no se lo dejo a la juventud, que es quién debe conservar ese legado y las identidades de la cultura cubana”, señala la diva cubana, que estará también en los madrileños Veranos de la Villa el 9 de agosto.  Sí se preocupa, sin embargo, por los clásicos que han edificado la tradición como Bola de Nieve o Benny Moré: “Recuerdo con orgullo haber podido trabajar con ellos. Hay agrupaciones y artistas que hacen homenajes en discos y en algún otro programa o festival, pero la cultura cubana debe hacer más por su legado”.

Mariposas

Su concierto de este 19 de julio en La Mar de Músicas será un nuevo hito tanto en la historia de la cita murciana, donde espera recibir “el amor que siempre me han brindado y el cariño de otros años”.  Tras el álbum Mariposas, de 2020, tiene en ciernes Vida, el trabajo que desgranará en su nuevo concierto de la localidad murciana. “Fue un disco que  grabé en mi casa con mucho trabajo, pero con mucho amor”. Seguramente de su prodigiosa voz saldrán boleros, danzones, habaneras… “En todos me siento cómoda”, finaliza.

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