Emily Armstron (centro) junto al resto de miembros de Linkin Park. Foto: James Minchin III/Warner

Emily Armstron (centro) junto al resto de miembros de Linkin Park. Foto: James Minchin III/Warner

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Linkin Park vuelve a la vida gracias a Emily Armstrong, la prodigiosa reencarnación del llorado Chester Bennington

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Linkin Park, una de las grandes bandas del nu metal del cambio de siglo, se convirtió en un fenómeno planetario gracias a su combinación de heavy metal, hip hop, electrónica y pop. Seguía siendo uno de los grupos más importantes del rock, acababa de sacar disco y estaba a punto de iniciar una nueva gira por Norteamérica cuando el cuerpo de Chester Bennington, de 41 años, fue encontrado el 20 de julio de 2017 en su casa de Palos Verdes, en California. Se había quitado la vida ahorcándose.

“Pesada es la corona”, canta —se desgañita, mejor dicho— Emily Armstrong en la canción que lleva por título precisamente Heavy is the Crown, una de las que integran, siete años después, el nuevo y esperado regreso discográfico de Linkin Park, From Zero, publicado este viernes. Y razón no le falta. La nueva cantante de la banda tiene la complicadísima tarea de sustituir al añorado Bennington.

Para alguien cuya adolescencia tuvo como banda sonora las canciones de Linkin Park, es normal dejarse llevar por la desconfianza antes de oír por primera vez a la sustituta. Pero ese escepticismo se cae al suelo y se hace añicos en cuanto hace aparición su voz en el minuto 1 de The Emptiness Machine, el primer adelanto del álbum lanzado en septiembre. Armstrong no solo supera las expectativas, sino que emociona comprobar cómo su voz, aun teniendo personalidad propia y teniendo en cuenta que es del género contrario, se parece enormemente a la de Bennington en el fraseo, el timbre y hasta la manera de rasgarse. Y uno llega a la conclusión de que no había nadie mejor para el puesto.

Si alguien lo sigue dudando, que haga la prueba de escuchar la citada Heavy is the Crown —que recuerda mucho a Faint (Meteora, 2003)— y espere exactamente al momento 1:47 (2:10 en el vídeo bajo este párrafo, donde la interpretan en directo). A un auténtico fan de Linkin Park (y seguro que a muchos que no lo sean) se le pondrán los pelos como escarpias con ese brutal grito de 15 segundos en el que Armstrong parece dirigirse justamente a los escépticos: “This is what you asked for” (“Esto es lo que habíais pedido”).

Registros vocales

Donde se nota más la diferencia entre las voces de Bennington y Armstrong es en la interpretación de las canciones antiguas de Linkin Park, como puede verse en algunos vídeos de actuaciones en directo. En algunas se ha cambiado la tonalidad para adecuarla a la tesitura femenina de la nueva vocalista, y en otras se la nota poco cómoda en las notas graves, como señala la entrenadora vocal Aransa en un vídeo donde comenta sus impresiones sobre las cualidades de Armstrong.

En el nuevo álbum, Armstrong demuestra su variedad de registros en Over Each Other, interpretada íntegramente por ella (sin Mike Shinoda, el otro gran pilar de la banda, compositor, vocalista, guitarrista y responsable de los rapeos característicos de las canciones de Linkin Park). En esta pieza no rompe tanto la voz y demuestra sus habilidades también en pasajes más intimistas. Justo después, en Casualty nos da una buena dosis de lo contrario, raspando sus cuerdas vocales al límite en una de las canciones más metaleras del disco, en una onda muy cercana a Slipknot.

A continuación cede el testigo a su compañero en Overflow, una canción 100% estilo Mike Shinoda: tempo lento, base hip hop, arreglos de piano, efectos chirriantes y graves sintéticos.

Two Faced contiene un riff de guitarra que nos retrotrae a los mejores tiempos de la banda. Stained también convence con su acercamiento al pop más contemporáneo, IGYEIH (acrónimo de I Gave You Everything I Had, “Te di todo lo que tenía”) comienza con otra descarga de ira marca de la casa, y Good Things Go, una canción que habla de reconocer culpas y dar las gracias, cierra un gran disco que supone el homérico regreso de una de las grandes bandas del siglo XXI.

Un regreso por todo lo alto

Desde el suicidio de Chester Bennington, Linkin Park se había mantenido más o menos en silencio, salvo algunos lanzamientos de recopilaciones y remezclas de trabajos antiguos y los dos discos de Mike Shinoda en solitario. Por eso, siete años después de la tragedia, cuando el pasado mes de septiembre Linkin Park anunció la publicación del disco y una nueva gira —que ya ha comenzado y por ahora no tiene fechas en España—, la noticia pilló por sorpresa a los fans y a la prensa.

Aquel anuncio vino acompañado por el lanzamiento del adelanto The Emptiness Machine, que ha tenido una gran acogida, con más de 300 millones de reproducciones en todo el mundo en apenas dos meses, y con un videoclip dirigido por Joe Hahn, uno de sus miembros, DJ, ilustrador y director de casi todos los vídeos anteriores de la banda.

Además, Heavy is the Crown ha sido elegida como himno oficial del popular campeonato de videojuegos League of Legends y la banda la interpretó en directo en la espectacular ceremonia de apertura de la final mundial, celebrada el pasado 2 de noviembre en el O2 Arena de Londres.

Pasado, presente y futuro

¿Es este disco borrón y cuenta nueva, como pareciera indicar el título del disco (“Desde cero”)? Ni mucho menos. En todo caso, una vuelta atrás en el tiempo, a la contundencia que tenían los primeros discos de la banda, los magníficos Hybrid Theory (2000) y Meteora (2013).

Así lo explica Mike Shinoda: “Antes de Linkin Park nuestro primer grupo se llamaba Xero. El título del álbum hace referencia a estos humildes orígenes y al nuevo viaje que estamos a punto de tomar. A nivel de sonido y emocionalmente, trata del pasado, el presente y el futuro, abrazando nuestro sonido característico con un impulso nuevo y lleno de vida. Se ha hecho con un profundo agradecimiento a los miembros veteranos y nuevos del grupo, a nuestra familia, amigos y fans. Estamos orgullosos de en qué se ha convertido Linkin Park con los años y excitados por el nuevo viaje que tenemos por delante”.

Salvo el batería Rob Bourdon, que decidió abandonar tras la muerte de Bennington, los miembros restantes de la banda (Mike Shinoda, Brad Delson, Phoenix y Joe Hahn) siguieron compartiendo tiempo juntos, en principio sin la intención de resucitar el grupo, solo por conservar una amistad que les une desde su época universitaria. Pero fueron invitando a amigos al estudio y encontraron una química especial con quienes se han convertido en los dos nuevos miembros de la banda: la citada cantante Emily Armstrong (proveniente del grupo Dead Sara) y el batería Colin Brittain, que además es compositor y tiene habilidades de producción y mezcla.

"Cuanto más trabajábamos con Emily y Colin, más disfrutábamos de su talento, su compañía y las cosas que estábamos creando", señala Shinoda. "Nos sentimos muy empoderados con esta nueva formación y con la música vibrante y energética que hemos hecho juntos".