Obras de Scarlatti, Chopin, Liszt y Rachmaninov. RCA/ BMG 09026 63314 ADD
La técnica refinada y precisa de Horowitz es perfectamente reconocible en esos ataques exactos y ese delicado juego de pedal. En Scarlatti resplandece la finura del sonido -pese a lo metálico de la grabación, realizada en un concierto del Metropolitan el 1 de noviembre de 1981, cuando el pianista tenía ya 78 años-, la flexibilidad rítmica y el elegante uso del rubato. Asombra la suavidad de seda alcanzada, por ejemplo, en el final de la "Sonata K 135", última de las seis seleccionadas (las otras son las 127, 466, 184, 101 y 87). Un Scarlatti intemporal y válido para cualquier época, sin duda antecesor del que hoy toca Zacharias.
La "Balada nº 4" de Chopin está ejecutada con una claridad contrapuntística ejemplar, con lo que la tempestuosa coda puede presentar toda su transparencia polifónica sin que se reduzca su intrínseca violencia. Exquisito el "Vals op. 69 nº 1", con un empleo magistral del "ritardando" y un milagroso juego de matices. El cierre del conciso recital, con el "Preludio op. 23 nº 5" de Rachmaninov, es digno del resto. Horowitz sabe combinar hábilmente lo danzable y rudo de las secciones extremas con el lirismo de la central