El pensamiento primitivo oriental tiene, entre sus muchas virtudes, la de comunicarse a través de los distintos géneros literarios y ser permeable a los mismos. Por esta razón, no sólo llegan a las seis líneas. Se transmite así, de manera tan sintética como intensa, un tipo de saber sutil que tiene sus fuentes en culturas dispares, pero alusivas, en un sentido muy amplio, a lo que entendemos por oriental: hinduismo, taoísmo, budismo zen, sufismo, literatura jasídica judía, Persia, Mongolia, Tíbet, etc. Los recopiladores hacen bien en no citar el origen de los distintos cuentos, en su afán de dar al conjunto una valiosa y sugestiva indeterminación. El saber de siempre, en definitiva, expuesto con la amenidad del cuento .