La reina Beverly
Gaetano Donizetti
3 abril, 2002 02:00
GAETANO DONIZETTI: Maria Stuarda. Roberto Devereux. Anna Bolena. Beverly Sills, Eileen Farrell, Shirley Verrett, Beverly Wolff, Stuart Burrows, Robert Ilosfalvy, Louis Quilico, Peter Glossop, Paul Plishka. 7 CD Westminster 471221-2, 471 224-2, 471 271-2 ADD
Westminster lanzó entre los años 1969 y 1973 tres álbumes con otras tantas óperas de Donizetti centradas en la dinastía Tudor que hoy forman la única colección completa de esa trilogía célebre: Maria Stuardo, Roberto Devereux y Anna Bolena. De forma aislada cabe encontrar versiones superiores: para Roberto o Maria las grabaciones en vivo de Caballé, y para Anna la ya mítica de Callas. Fueron tres publicaciones destinadas a la mayor gloria de Beverly Sills, una soprano americana muy en boga por aquellos años y que más tarde pasó a comandar los destinos de la New York City Opera.
Sills era una ligera con no excesivo volumen pero un sentido dramático innato. La voz no tenía tampoco una extensión fuera de lo común. El registro agudo era brillantísimo pero los graves que en ocasiones demanda este tipo de repertorio resultaban escasos. A ella no le importaba forzar para conseguir el color y el dramatismo y por ello sus interpretaciones nunca pudieron tacharse de frías. Fue, también es cierto, una cantante caprichosa, que no dudó en alterar notas, casi siempre hacia arriba, si ello redundaba en un mayor lucimiento personal. Con todas estas características compuso unas heroínas donizettianas muy plausibles y, desde luego, mucho más personales e interesantes que las que encarnaron después sopranos como Gruberova.
Junto a ella aparecen artistas populares en esos años, como los tenores Burrows o Ilosfalvy y los barítonos/bajos Glossop, Quilico y Plishka. Mención especial ha de hacerse a la mezzo Shirley Verrett, formidable como Jane Seymour. Un verdadero acierto la recuperación de estas tres publicaciones.
Westminster lanzó entre los años 1969 y 1973 tres álbumes con otras tantas óperas de Donizetti centradas en la dinastía Tudor que hoy forman la única colección completa de esa trilogía célebre: Maria Stuardo, Roberto Devereux y Anna Bolena. De forma aislada cabe encontrar versiones superiores: para Roberto o Maria las grabaciones en vivo de Caballé, y para Anna la ya mítica de Callas. Fueron tres publicaciones destinadas a la mayor gloria de Beverly Sills, una soprano americana muy en boga por aquellos años y que más tarde pasó a comandar los destinos de la New York City Opera.
Sills era una ligera con no excesivo volumen pero un sentido dramático innato. La voz no tenía tampoco una extensión fuera de lo común. El registro agudo era brillantísimo pero los graves que en ocasiones demanda este tipo de repertorio resultaban escasos. A ella no le importaba forzar para conseguir el color y el dramatismo y por ello sus interpretaciones nunca pudieron tacharse de frías. Fue, también es cierto, una cantante caprichosa, que no dudó en alterar notas, casi siempre hacia arriba, si ello redundaba en un mayor lucimiento personal. Con todas estas características compuso unas heroínas donizettianas muy plausibles y, desde luego, mucho más personales e interesantes que las que encarnaron después sopranos como Gruberova.
Junto a ella aparecen artistas populares en esos años, como los tenores Burrows o Ilosfalvy y los barítonos/bajos Glossop, Quilico y Plishka. Mención especial ha de hacerse a la mezzo Shirley Verrett, formidable como Jane Seymour. Un verdadero acierto la recuperación de estas tres publicaciones.