Barbero redondo
G. Rossini: El Barbero de Sevilla
31 julio, 2002 02:00
G. ROSSINI: El Barbero de Sevilla. H. Prey, T. Berganza, L. Alva, E. Dara, P. Montároslo. Orquesta y Coro del Teatro de la Scala. Dirección escena: J. P. Ponnelle. Dirección musical: Claudio Abbado. DVD Dgg 073 021-9
Realmente es un placer poder disponer en DVD de clásicos insuperados e insuperables como el presente: un Barbero de Sevilla absolutamente redondo, tanto en su parte musical como en la escénica.
La grabación proviene de 1977 y las imágenes nos muestran el paso del tiempo, con un Abbado jovencísimo. Luigi Alva, que realiza un conde Almaviva como pocos lo han hecho, representaba hasta hace poco a una casa de pasta en Italia. Algunos de los artistas ya no estan desgraciadamente con nosotros. El tiempo pasa, pero la obra de Ponnelle sigue resultando admirable. Era un director de escena de una personalidad inconfundible en sus trabajos, que logró hacer cosas bellas en la escena manteniendo la importancia primordial de la música. Ponnelle inventaba a partir de la partitura y este es un camino que ha de recuperarse.
La producción está además llena de gracia y frescura. En ello participa Teresa Berganza que caracteriza una Rosina de armas tomar, esa joven lozana y picarona que se las sabe todas. Si eso es purismo, bendito sea el purismo, por mucho que la cantante se rebele ahora contra él. Hermann Prey no es idiomáticamente el Figaro de referencia, pero da gusto verle y escucharle. Y así el resto de un reparto dirigido admirablemente por un Abbado absolutamente vital. Señores, un auténtico placer hasta en la escena de la tormenta, tantas veces maltratada por quienes no saben qué hacer con ella.
Realmente es un placer poder disponer en DVD de clásicos insuperados e insuperables como el presente: un Barbero de Sevilla absolutamente redondo, tanto en su parte musical como en la escénica.
La grabación proviene de 1977 y las imágenes nos muestran el paso del tiempo, con un Abbado jovencísimo. Luigi Alva, que realiza un conde Almaviva como pocos lo han hecho, representaba hasta hace poco a una casa de pasta en Italia. Algunos de los artistas ya no estan desgraciadamente con nosotros. El tiempo pasa, pero la obra de Ponnelle sigue resultando admirable. Era un director de escena de una personalidad inconfundible en sus trabajos, que logró hacer cosas bellas en la escena manteniendo la importancia primordial de la música. Ponnelle inventaba a partir de la partitura y este es un camino que ha de recuperarse.
La producción está además llena de gracia y frescura. En ello participa Teresa Berganza que caracteriza una Rosina de armas tomar, esa joven lozana y picarona que se las sabe todas. Si eso es purismo, bendito sea el purismo, por mucho que la cantante se rebele ahora contra él. Hermann Prey no es idiomáticamente el Figaro de referencia, pero da gusto verle y escucharle. Y así el resto de un reparto dirigido admirablemente por un Abbado absolutamente vital. Señores, un auténtico placer hasta en la escena de la tormenta, tantas veces maltratada por quienes no saben qué hacer con ella.