¡Susan Graham emulando a Josephine Baker! Eso es lo que parece escuchando la primera pieza de este delicioso álbum dedicado a la opereta francesa, y que da título al disco: "C’est ça la vie, c’est ça l’amour", una divertida parodia de Carmen perteneciente a la obra de Moisés Simons Toi c’est moi. A lo largo de una hora, la mezzo americana nos va deleitando con una serie de páginas de este género mal considerado menor, descubriéndonos auténticas joyas de autores como Maurice Yvain, Arthur Honegger, Reynaldo Hahn o André Messager (estos dos últimos se llevan justificadamente la mayor parte). Es una música de indolente sensualidad y sutil refinamiento, con un inefable encanto melódico y ese perfume francés tan inconfundible. La Sinfónica de la ciudad de Birmingham y el canadiense Yves Abel aportan su grano de complicidad a este recital, que prueba que la crisis discográfica no afecta a los artistas inteligentes y con imaginación.