Nikolái Miaskovski
Compuesta entre 1921 y 1923, la Sexta de Miaskovski es su sinfonía más conocida en occidente. No se trata sólo de una sinfonía monumental, es, además, obra de vibrante comunicatividad, intensamente descriptiva y de un dramatismo trágico profundamente ruso. La silueta de Chaikovski aparece con tanta fuerza como la sombra de Boris Godunov, cuya escena de la muerte aparece citada en la reexposición del primer movimiento, titulado nada menos que Allegro feroce y que parece presagiar el segundo tiempo: Presto tenebroso. Las tensiones confluyen en un Andante appassionato que se erige como núcleo anímico de toda la sinfonía, que culmina en pleno fervor revolucionario -la obra surge en la joven Unión Soviética de los primeros años veinte- con nuevas citas de Boris y del Dies Irae. La realización de Järvi y los profesores suecos -también el coro, deslumbrante en el último movimiento- es arrolladora y excepcional, parangonable a las mejores versiones Made in URRS. Un disco estupendo e ideal para comenzar a valorar verdaderamente la gran música de quien fue uno de los compositores claves de la Unión Soviética; es decir: del siglo XX.