Nuevo volumen de la serie Karel Ancerl (1908-1973), que nos trae dos de las obras con las que podría sentirse más identificado el músico bohemio. Sin duda fue Prokofiev uno de los compositores a los que fue más afín el estilo severo, sobrio y conciso de Ancerl. Su especial sentido del ritmo, de una rara precisión y excitante brío, no estaba, sin embargo, reñido con una suprema y austera elegancia ni con un medido y flexible pulso. Sólo desde estas premisas es posible escuchar tan limpia y estimulante interpretación de la conocida suite de concierto del ballet Romeo y Julieta. La vigorosa batuta nos hace ver con intensidad todas las bellezas líricas y delicadezas de números como el de la escena del balcón; o toda la inconmensurable energía de la célebre Muerte de Tibaldo, con violines vertiginosos de milagrosa exactitud y un poder y concentración muy adecuados para servir la escritura del ruso. Lirismo también, y ternura, para el cuentecillo Pedro y el Lobo, en el que es narrador el expresivo Eric Schilling.