La Sinfónica de Londres sigue lanzando sus propios discos. Esta versión de la célebre partitura de Gustav Holst fue grabada en junio de 2000. Reunir a este magnífico conjunto inglés y a un director de la misma nacionalidad tan experimentado como sir Colin Davis para una obra profundamente inglesa como la que constituyen esta colección de poemas sinfónicos relativos a los siete planetas (el compositor murió antes de que se descubiera Plutón) es éxito seguro. Davis, con un sonido más pleno, alcanza aquí efectos de rara exquisitez a los que no llegaba en su antiguo registro para Philips. Una versión muy compacta y de indudable musicalidad que se puede unir a las históricas de Boult, Ormandy, Karajan o Bernstein.