Image: G. F. Haendel
G. F. Haendel
De nuevo nos sorprende muy gratamente el director Marc Minkovski con una nueva grabación llena de interés. Minkovski nos ha acostumbrado a nuevas visiones de partituras del barroco, como la estupenda Armide de Gluck. Lo repite en Julio Cesare de Haendel. El nervio es la cualidad principal, aunque ello no supone el relego de los valores más líricos. Basta comprobarlo en páginas como "Al lampo dell’armi" o "Se pietá di me non senti". Como suele suceder en las grabaciones del director parisino, los intérpretes no suelen ser demasiado conocidos salvo alguna excepción como es la de von Otter como Sesto, ya no en sus mejores momentos pero siempre artista o el de Magdalena Kozená, sensible Cleopatra.
Sin embargo, todos se acoplan perfectamente a sus cometidos y no nos hacen echar de menos las voces más grandes que han cantado otras veces este repertorio.
Es el conjunto y la personal lectura de Minkovski lo que importa y el resultado es absolutamente recomendable.
Sin embargo, todos se acoplan perfectamente a sus cometidos y no nos hacen echar de menos las voces más grandes que han cantado otras veces este repertorio.
Es el conjunto y la personal lectura de Minkovski lo que importa y el resultado es absolutamente recomendable.
