La conmemoración del centenario de Joaquín Rodrigo el pasado 2001 propició la revitalización de su longeva figura, así como la promoción y grabación de obras menos conocidas del autor del Concierto de Aranjuez. El compacto ahora lanzado por el dinámico sello catalán Columna Música presenta una selección de piezas para voz, violín y piano que acerca al oyente a ése "otro Joaquín Rodrigo" del que tan francamente escribe el inolvidable Xavier Montsalvatge en un texto expresamente redactado -en mayo de 2001- para el cuadernillo que acompaña este nuevo compacto rodriguero. Sus tres intérpretes -la soprano valenciana Isabel Monar, la violinista ucraniana Ala Voronkova y el pianista afincando en Cataluña Mac McClure- brindan buenas versiones de obras como los Cuatro madrigales amatorios, el pianístico álbum de Cecilia o las Siete canciones valencianas para violín y piano.
En las canciones, la silueta de Victoria de los ángeles traza su poderoso influjo sobre el canto sentido y solvente de la Monar, que hace bien en mirar el modelo incomparable de la soprano catalana, incluso al precio de difuminar los acentos propios que faltan en su versión. Ala Voronkova valencianiza con énfasis desde las cuerdas del violín las siete canciones que Rodrigo dedica a su tierra natal y brilla en la Sonata pimpante. Cantante y violinista son acompañadas con suficiencia, y algo más, por el teclado de Mac McClure, él mismo solista de una juguetona traducción del álbum de Cecilia y de otros fragmentos para piano solo. justo romero