La figura reivindicada pero aún hoy inapreciada del compositor y folclorista catalán Felipe Pedrell (1841-1922) es una de las piezas claves para entender cabalmente la música española del siglo XX y su decisivo camino hacia un nacionalismo de nuevo cuño liderado por sus alumnos Albéniz y Falla, y que extendió sus raíces hasta el mismísimo siglo XXI. Hasta hace bien poco Pedrell ha sido una entelequia para casi todos los aficionados, que apenas conocían su nombre y vagas referencias del magisterio fundamental que ejerció en Barcelona y Madrid. Ahora la soprano Begoña López y el curtido pianista Alejandro Zabala presentan una selección de sus ciclos de canciones. Música decimonónica, admirablemente trazada -sobre todo el fragante acompañamiento pianístico- y cursi en ocasiones, que la soprano presenta en su desnuda ingenuidad. Pedrell deja en estos cuatro ciclos vocales testimonio del dominio del oficio y su ensoñación algo trasnochada del Lied alemán, pero se queda a años luz de los logros de sus citados discípulos.