En el viejo Met se ofrecieron veladas como la que nos ocupa, que cuenta con cantantes legendarios de allá por los años treinta. El presente registro proviene de una función de febrero de 1937. La gran Gina Cigna tenía entonces sólo 37 años y estaba en plenitud, mostrando las características de una auténtica soprano spinto. Giovanni Martinelli ya había superado los cincuenta, pero aún poseía esa voz de acentos metálicos a admirar. Bruna Castagna no era una de las mezzos más apreciadas en Europa a pesar de su origen italiano, probablemente porque prefirió retirarse al Met. Ezio Pinza sobresalía como Ramfís y Carlo Morelli daba réplica a Amonasro a menor nivel. Conviene conocer el ayer para poder apreciar el presente.