Ferrán Sor ha pasado a la historia fundamentalmente como artista dedicado, como instrumentista y compositor, a la guitarra. Sin embargo, era un músico muy completo, que escribía con soltura ópera (Il Telemaco nell'isola di Calipso) y sonatas y danzas para fortepiano. Se hizo célebre en Londres -a donde, como afrancesado, había huido en 1815, comenzando así un largo éxodo del que nunca regresaría- como maestro de canto. En este disco, que incluye obras para pianoforte a cuatro manos, los artistas Josep-Maria Roger y Rumiko Harada -que han grabado ya para Cantus las sonatas del compositor- recrean con gusto y excelente aire ocho colecciones de tres valses cada una y una Sonata sobre temas suecos, obras de salón todas dedicadas a damas de la alta aristocracia de Londres.