Bernarda Fink vuelve a dar en la diana con su nuevo recital liederístico, el segundo de los consagrados a Schumann, de quien este año se celebra el bicentenario de su nacimiento. La mezzosoprano argentina, de origen esloveno y formación germánica, aparece en este álbum en toda su madurez interpretativa, con una voz cálida y de sugerentes colores, empleada con una inteligencia de primer orden, capaz de dar sentido a cada palabra del texto, bien sea en el efusivo romanticismo de los
Mirtos o el
Liederkreis op. 39 como en el recogimiento de las piezas sobre la infortunada reina escocesa María Estuardo.El pianista Anthony Spiri aporta el necesario toque de elegancia, distinción y expresividad requeridos por la cantante.