Nicolas Joël ha querido iniciar su periplo en la Ópera de París presentando la obra de Gounod en su integridad. Hace los honores Mark Minkowski, que ama realmente este repertorio y sabe otorgar todos los colores y matices, así como su envergadura dramática, sin perder su atractivo sabor popular en las numerosas canciones y danzas populares. La
producción es clásica pero muy estilizada, y lleva el sello de Ezio Frigerio y Franca Squarciapino, en un regionalismo inspirado en la película
Novecento. Y, lo que es fundamental, cuenta con una protagonista capaz de hacer justicia al agotador papel titular, la estupenda soprano albanesa Inva Mula, perfecta tanto en el físico como en lo vocal.