En el verano de 2010, el Liceo repuso una de sus producciones más lujosas de los últimos años,
La Dame de Pique de Tchaikovsky, estrenada en 1992 con la gran Leonie Rysanek. Apoyado en el buen gusto del escenógrafo y figurinista
William Orlandi, el director de escena belga Gilbert Deflo recrea un San Petersburgo de ensueño, donde estallan las pasiones de esta trepidante partitura, espoleadas desde el foso por el nuevo director musical del teatro, el germano Michael Boder. Misha Didyk (Hermann) y Emily Magee (Lisa) dan una enorme credibilidad a la pareja protagonista, y Ludovic Tézier completa el triángulo amoroso a la perfección como el príncipe Yeletsky, contando con los lujos de Lado Ataneli como el conde Tomsky, Elena Zaremba en Paulina, Stefania Toczyska como la gobernanta y, sobre todo, Ewa Podles en una Condesa no menos turbadora que su predecesora. En suma, una grabación memorable, que recoge una de las veladas auténticamente gloriosas del coliseo barcelonés.