Ignacio Prego es un recién llegado al mundo del clave tras años entregado al piano en EE.UU. Se ha perfeccionado con Kenneth Weiss en la Juilliard y ha merecido ya el importante Premio de la Westfield International Harpsichord Competition. El joven instrumentista posee una pulsación certera, una digitación limpia y precisa que le permite
desbrozar líneas y exponer con limpieza contrapuntos, tan abundantes en la Fantasía Cromática y la Fuga BWV 903, tocada con espléndidos verbo y potencia. Advertimos muy leves licencias en cuanto a ornamentaciones, como en la
Sinfonía de la
Partita n° 2, donde respeta casi todas las repeticiones.
Podrían discutirse determinadas elecciones de tempo y un cierto academicismo, que se acusa, por ejemplo, en la por otra parte magnífica ejecución del
Capriccio BWV 992, con sus característicos efectos descriptivos. Encuentra de manera muy natural la síntesis entre elementos improvisatorios y estrictos en la
Toccata BWV 914. Auguramos un buen provenir a este artista.