Image: Estreno en Valencia de “Varietés en la cocina”

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Teatro

Estreno en Valencia de “Varietés en la cocina”

Una raza que extingue

25 octubre, 2000 02:00

Varietés a la cuina es lo último de Moma Teatre. Unas variedades a la antigua, con actores cuya media de edad es 70 años. El espectáculo, que se restrena el 2 de noviembre, rezuma nostalgia y amor por unos artistas vocacionales y es un homenaje a un género desprestigiado y prácticamente muerto.

Según explica Carles Alfaro, director de Moma Teatre, varias razones le han llevado a montar este espectáculo: "Hacía mucho tiempo que tenía ganas de escuchar y ver actuar a actores mayores, romper con esa especie de dictadura juvenil que se ha impuesto en nuestros teatros. Y luego, he actuado más como espectador que como director, pues soy un devoto de las variedades, un género desprestigiado que ni siquiera ha podido aspirar a género chico".

No le ha sido difícil encontrar actores para su empresa y menos en Valencia. "Inicialmente concebimos dos días para hacer el casting pero cuando acudimos a la Casa del Actor de Valencia nos encontramos con que todos los artistas de variedades estaban ahí. Valencia, durante la República, era un verdadero vivero del género, fue la ciudad con más teatros de toda España. En un solo barrio podías encontrar una veintena".

El director encuentra muchas similitudes entre la gran aceptación que gozaron las varietés en Valencia con el teatro italiano y concretamente napolitano: "Artistas como Eduardo de Filippo o Totó tienen su réplica en Valencia. Por otro lado, aquí encontramos sainetes que tratan los mismos temas que otros tantos italianos". Sin embargo, si encuentra diferencias con la revista, un género más castizo y madrileño, que sigue un argumento dramático. "Las variedades integraban números diversos, desde el dúo cómico estilo Jack Lemmon y Walter Matheau, a un mago, un baile, una vedette o algo que ha desaparecido totalmente como un dúo del melodrama, en el que se representaba una escena folletinesca", explica.

Actores por partida doble

Pero esta Varietés a la cuina son casi biográficas. Alfaro ha querido sacarlas del ambiente de las bambalinas para mostrar la parte más íntima de unos actores que lo son en el escenario y en la vida real. Para ello ha jugado con la idea dramática de contar el transcurso de un día en una finca de vecinos muy particular, habitada por artistas de variedades retirados.

En el escenario, una cocina, la que cada uno tiene en su casa y cree como propia pero que de cara al público comparten todos. Comienza a clarear el día cuando el viejo músico del primero izquierda -que ha pasado toda la noche de vigilia- toca el piano y canta una canción de amor. La vedette del tercero también está desvelada y al oír a su vecino recuerda cuando se enamoró por primera vez. En el tercero derecho, el chansonnier calienta agua mientras habla con su mujer, aunque hace mucho tiempo que se fue. Un bailarín, un matrimonio retirado que cantaban canciones melódicas, el dúo de cómicos, todos interpretan los mejores números de su repertorio.
Juan Peiró es el chansonnier que, al estilo de Maurice Chevalier, es capaz de cantar hasta en inglés aunque no comprenda lo que dice. Peiró es el más viejo de todos, 92 años, y en su deambular artístico recaló en las compañías de Estrellita Castro, Sara Montiel, Lola Flores, Concha Piquer y Raquel Meyer. Anamar es la supervedette que, a sus 58 años, se conserva estupendamente; Victoria Pastrana y Julián Lorente son el matrimonio de cantantes melódicos de la obra. En realidad se reinterpretan a sí mismos, pues en su andar profesional esta pareja fue el dúo de cómicos-cantantes Los Champan’s. El pianista de la obra es Gregorio Martínez, también percusionista en la vida real. Gran parte de su carrera transcurrió en París, pero también acompañando a figuras como Antonio Machín, Gloria Laso, Antonio Molina o Juanita Reina. Otro de los más mayores es el bailarín Vicente Piquer (1929), especializado en clásico español, aunque ha bailado todo tipo de bailes de salón. Y para terminar el dúo cómico Uno y medio, integrado por Rafael Barry y Tony Hadel que tienen en su trayectoria profesional el haber trabajado en numerosos espectáculos de humoristas como Gila o Fernando Esteso.

Profesionalidad y vocación

Alfaro describe su experiencia con estos artistas de gran descubrimiento: "Me han demostrado que son de una gran profesionalidad. Se atreven con todo. Son una raza que se extingue, artistas de variedades retirados con el estigma de la vocación. Estoy convencido de que no volveremos a encontrar gente así en el teatro".

Respecto al público que puede congregar un espectáculo así, el director dice: "Creo que se van a juntar dos públicos muy diferentes: gentes de su edad que gustaban de las variedades y el público más joven que acostumbra a venir a nuestra sala. Tengo gran curiosidad".