Image: Möller, el ausente

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Teatro

Möller, el ausente

Ensayo 100 de Madrid estrena Cuarteto

8 mayo, 2002 02:00

Heiner Möller

Cuarteto, una de las piezas más conocidas del alemán Heiner Möller, se estrena el 9 de mayo en Ensayo 100 de Madrid, dirigida por Ernesto Calvo. A pesar de ser un clásico de los teatros nacionales europeos, a este autor y director se le ha representado escasamente en nuestro país. Varios dramaturgos muy próximos a su obra, de la generación de los 80, explican la razones de esta injustificada ausencia de nuestra escena.

Cuarteto es una de las piezas más representadas de Heiner Möller. En ella, el autor se sirve de los dos personajes taimados y cínicos de Las relaciones peligrosas, de Chordelos de Laclos, para dar su visión de la decadencia contemporánea. Dirigida por Ernesto Calvo, la obra está interpretada por Blanca Herrera y Ricardo Vicente. Con un lenguaje más crudo que el de Laclos y la única acotación de Möller que sitúa la acción en un búnker tras la III Guerra Mundial, el autor y director teje un diálogo de mentiras y suplantación de personalidades que van degradando a sus protagonistas.

Varias son las aportaciones que se señalan de un autor y director como Möller, que dirigió el Berliner Ensemble. El director Ernesto Calvo piensa que Möller ha revolucionado el teatro, "ha roto barreras al desarrollar en sus obras una intertextualidad sin precedentes. Continuamente hace referencias a otros textos, y en sus obras aporta nuevas lecturas y renovadas dramaturgias sobre los clásicos, dando una visión más actual y universal.".

Möller no lo ha tenido fácil en nuestro país, pues desde que Antonio Fernández- Lera lo tradujo por primera vez en 1985, con motivo de la representación de MáquinaHamlet, apenas ha salido del circuito alternativo. Sin embargo, sí que hay toda una generación de autores que reconocen su influencia. El propio Fernández-Lera afirma que "ésta es patente en mi obra de los años en los que empecé a escribir, a mediados de los 80. Entonces me interesó su sentido de libertad y al mismo tiempo su rigor en la escritura, el no estar ceñido a los patrones naturalistas y mantener, sin embargo, un diálogo complejo con la tradición teatral".

El fin de la historia
Otro de los que dicen sentirse influidos es Juan Mayorga para quien "nadie como Möller ha llevado a escena la conciencia de acabamiento, de mundo terminal. Su teatro -sobre todo el que escribió al desvanecerse la promesa comunista- insiste en un único tema: el mundo ya no puede prometer sino la eterna repetición de lo mismo. Möller consiguió dar forma escénica a esa conciencia de fin de la historia".

Los seguidores de Möller son sobre todo autores de la generación de los 80. Mayorga así lo explica: " En España, Möller ha tenido seguidores y, sobre todo, ha tenido imitadores. Sin embargo, no creo que Möller haya llegado a España todavía. Pero, ¿cómo iba a llegar Möller si todavía no ha llegado Valle-Inclán?". Crítico es también Fernández-Lera, para quien su ausencia se puede deber "al contexto excesivamente conservador de nuestro teatro. No se monta, supongo que por pereza de los productores y directores". Borja Ortíz de Gondra se pregunta "cuántas veces no hemos escuchado en España que Möller es difícil, oscuro, plúmbeo. La densidad de su materia textual se suele confundir con una supuesta ‘profundidad’ o ‘solemnidad’, más propia de la visión tópica de lo alemán. Cuarteto es una obra libertina y por tanto ligera, y no un tratado de ética sexual. Yo la vi en un excelente montaje francés que la pasaba por el filtro del ‘marivaudage’. Pero, ¿quién se atreverá en este país a proponer una mirada española no mimética sobre un autor universal de puro alemán?".