Image: Servidumbres  del artista

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Teatro

Servidumbres del artista

10 abril, 2003 02:00

Anna Lizaran y Xavier Capdet

Producida inicialmente en catalán, Escenas de una ejecución se representa en castellano por varias ciudades españolas, entre ellas Salamanca, donde recala los días 12 y 13 de abril en el Liceo. Original de Howard Barker, en ella el autor británico aborda el tema de las servidumbres del artista y de los falsos prestigios. Una obra codiciada por grandes actrices (Glenda Jackson) que en esta caso protagoniza Anna Lizaran.

Poder y arte son un matrimonio mal avenido. Y Galactia, pintora disidente de la República de Venecia, puede dar prueba de ello. Recibe el encargo de pintar un gran óleo sobre la victoria de Lepanto, pero ella prefiere que de su paleta surjan los horrores de aquella guerra, que su obra refleje las Escenas de una ejecución. Las contradicciones, las presiones, los anhelos de libertad de Galactia son desde hace meses los que vive Anna Lizaran, protagonista del texto que escribió Howard Barker y que ha dirigido Ramón Simó. La producción, que triunfó en el escenario del Teatre Nacional de Catalunya en abril del año pasado, realiza actualmente una gira por España en castellano antes de regresar a Barcelona, de nuevo en catalán, el próximo mes de mayo.

"Cuando estrenamos este texto el año pasado, buscaba referencias para mi trabajo en las históricas relaciones entre el poder y el arte. Ahora, en cambio, a veces, al decir alguna de las frases escritas por Howard Barker, no puedo dejar de pensar que eso es lo que acabo de ver en el telediario. Escenas de una ejecución está totalmente vigente pero, además, es que tiene la gracia divina de que, siendo un texto contemporáneo, es absolutamente comprensible para el público. Es visceral. Y, además, no da la razón a ninguna de las partes; los pinta a todos como vencedores y a todos como perdedores. Crea dudas en el público y le obliga a posicionarse", explica Anna Lizaran que no escatima piropos para con la pintora. "Es uno de los mejores papeles para una actriz. Es una mujer enérgica, llena de amor, de genio, de poesía, de humor. Es una mujer temperamental", explica Lizaran que ya intentó subir a Galactia a los escenarios hace unos años, cuando Núria Espert le cedió los derechos sobre el texto. "Coincidió con la muerte de Fabià Puigserver y tuve que olvidarlo", recuerda la actriz, satisfecha de haberlo retomado ahora y, también, de los papeles -El jardín de los cerezos, Esperando a Godot- que ha defendido en los últimos años: "Sé el teatro que no quiero hacer y sólo me interesa el que me permita enriquecerme y enriquecer al espectador".

Cómo llegar al público
"Siempre he defendido que los discursos elaborados, que los espectáculos que plantean interrogantes, que hablan de cuestiones interesantes para el público, son capaces de llegar a los espectadores", asegura Ramon Simó quien, de todas maneras, reconoce que cuando se enfrentó al texto de Howard Barker no estaba convencido de cuál sería el resultado. "Estoy harto de que el teatro se llene de obras vacías de mensaje y preadolescentes", añade el director que, desde hace unos años, ha fijado su mirada en textos que diseccionen las guerras y también los usos y abusos del poder.

"Ahora parece que la gente está tomando conciencia de la realidad que le rodea, que se la están cuestionando, y esto debería trasladarse también a los escenarios teatrales", apunta el director, cuyos deseos coinciden con los de Anna Lizaran: "Es lícito que el público quiera evadirse, pero también debe haber obras que enriquezcan el alma. El teatro público debe cumplir con su misión de intentar despertar a los espectadores, de enriquecerlos además de darles la posibilidad de que se evadan", concluye la actriz, que encuentra apoyo para defender los principios de Galactia en los actores que le acompañan sobre el escenario, un amplio elenco en el que destaca Ramon Madaula.

La obra se representará también en Mahón (día 23 de abril), Palma de Mallorca (25 al 27 abril), Manzanares (1 mayo) y Toledo (3 mayo), Ciudad Real (8 mayo) y Granollers (10 mayo).