Stoppard busca en el caos
El TNC estrena 'Arcàdia', una de sus obras más arriesgadas
3 mayo, 2007 02:00Bruno Oro y Mar Ulldemolins en una escena de 'Arcàdia'
El complejo mundo de Tom Stoppard llega hasta Barcelona. El Teatre Nacional de Catalunya estrena en España Arcàdia, una de las principales obras de uno de los más renombrados autores del teatro inglés. El Cultural analiza la carrera de Stoppard en un recorrido por la escritura teatral del dramaturgo, que es también un cineasta reputado que consiguió, en 1998, el Oscar al mejor guión original por su trabajo en Shakespeare in love.
Desde entonces, se convirtió en símbolo de una modernidad que acaso no hayamos entendido aún del todo. Entre otros asuntos de importancia, la obra parecía iniciar ese ambiguo camino que hoy llamamos metateatralidad al partir de dos personajes secundarios de Hamlet, un par de seres que dibujan una clase social cuya salida es la revolución. Desde una especie de ‘lejanía’, Hamlet proclama: "Fuerte peligro es para un débil el introducirse entre las puntas de las espadas de dos fieros y potentes adversarios". En esta su primera obra de gran éxito, Stoppard muestra también su incansable interés por la ciencia cuando dice "un hombre chino de la dinastía Tang-y, por ello, por definición, un filósofo- soñó que era una mariposa y desde ese momento nunca estuvo seguro de no ser una mariposa soñando que eran un filósofo chino. Envídiale en su desdoblada seguridad". Historia, ciencia,teatro, son ya temas que prevalecerán en su obra.
De los nazis a la India
Como su biografía, que condiciona sin duda su creación. Nacido en 1937 en Checoslovaquia, su familia huyó a Singapur en 1939 para escapar de los nazis y de ahí pasó a la India. Desde 1946, vivió en Inglaterra, donde a partir de sus 17 años, Stoppard comenzó a escribir en la prensa y a estrenar obras de teatro en la radio y la televisión. Una visita a Rusia en 1977 le convirtió en un autor preocupado por los derechos humanos que certificó en El perro de Hamlet o Cuadrando el Círculo. Ambos textos son unos ataques directos a las tiranías de la Europa Oriental. Aunque también otros tipos de opresión le interesen, como el que aborda en 1997 con La invención del amor, la historia de un hombre que quiso durante toda su vida a un atleta sin ser correspondido. Dos años antes, la India de su infancia le sirvió de contexto para Indian Ink. La obra, que toma como base la rebelión del subcontinente de las garras del Imperio Británico, se centra en la vida de una poeta que viaja hasta ese país en 1930 y en la del hijo del artista que la pintó, que llega medio siglo después a Londres.
Alternancia de tiempos
Esta alternancia de tiempos es una característica muy frecuente de sus textos. Como lo es la física, la de las partículas elementales y la cuántica, desarrollada sobre todo como tema en Hapgood. Su amplia producción tiene también un asiento muy importante en el cine. Como guionista ha sido determinante en películas como El factor humano, El Imperio del Sol, Brazil. Y ha obtenido premios importantes, caso del Oscar y Globo de Oro que consiguió por el guión de Shakespeare in love, otro ejemplo de metateatralidad en su larga trayectoria. Su último estreno es el de Rockn'Roll. La obra se representa actualmente con las entradas agotadas en el Royal Court londinense, aunque pasará en verano al Duke’s Theatre debido al éxito obtenido por el montaje que ha dirigido Trevor Nunn. El texto recorre los años comprendidos entre 1968 y 1990 desde la doble perspectiva de Praga, donde una banda musical simboliza la resistencia al régimen comunista, y de Cambridge, ciudad en la que las verdades del amor y la muerte conforman las vidas de tres generaciones en la familia de un filósofo marxista.
Esta vía ya estaba asimismo en su anterior gran espectáculo. The coast of Utopia es una síntesis del interés de Stoppard por la Historia y las historias de filósofos, escritores e intelectuales que trataron de cambiar el mundo sin conseguirlo. La obra es una trilogía de nueve horas, en la que 44 actores interpretan a 70 personajes y que se refiere a tres décadas de la historia de Rusia. Stoppard cuenta cómo a mitad del siglo XIX, un grupo de intelectuales intenta derrocar al zar. Voyage, la primera parte, desarrolla un viaje político y filosófico que con cierto aire chejoviano, presenta a la familia Bakunin, instalada en un bucólico campo, con sus cuatro hijas y el carismático hermano, rodeados de sus amigos, entre los que se cuentan Marx o Turgenev. Por allí también circula el líder revolucionario y visionario, nexo de la trilogía, Alexander Herzen, figura central de Shipwrick, que se centra en su exilio en Londres y París, donde se ven inmersos por la revolución de 1848. Salvage concluye la trilogía cuando Rusia libera a sus siervos y Herzen -convertido en un celebrado escritor- y su círculo revolucionario miran su pasado de exilio, sueños fracasados de derrocar al zar y a la Rusia de su memoria.
Un relato épico
La crítica neoyorquina ha alabado el espectáculo, calificándolo de relato épico. David Cote, en Time Out, compara el montaje con un culebrón televisivo ideológico, sobre amor, filosofía y progreso, además de advertir a los espectadores de que no busquen en la obra una experiencia educativa, sino la constatación de que la vida es excitante, aburrida, generosa, cruel y sobre todo, incontrolable. Como ya anunció Stoppard desde Rosencrantz and Guilderstern han muerto. Superiores elogios ha recibido Arcàdia. El crítico del Daily Telegraph afirmó haber abandonado el teatro con el convencimiento de haber asistido a la representación de una obra maestra, mientras su colega de The Guardian ‘sólo’ dijo que era su mejor obra.
Pasado y presente de un gran juego escénico
La fama en España a Tom Stoppard le viene de su vinculación con el cine, ya que la mayoría de sus textos no han sido estrenados en este país. Aparte Rosencrantz y Guildenstern han muerto, cuyo último montaje fue una producción de Cristina Rota y el Centro de Nuevos Creadores, para ver las obras del dramaturgo nacido en Checoslovaquia pero afincado en Inglaterra es necesario desplazarse hasta Londres o Nueva York, donde el estreno de sus obras supone un acontecimiento teatral. La situación cambiará ahora, con el debut de Arcàdia en la Sala Petita del Teatre Nacional de Catalunya, donde estará hasta el 17 de junio. Ramon Simó dirige a una docena de intérpretes, entre los que se encuentran Mar Ulldemolins, Victòria Pagès, Bruno Oro y Dafnis Balduz, un personaje silente que enlaza el pasado y presente de un gran juego escénico cuya duración es de tres horas.