Teatro

Cuatro circos posibles

Lo variopinto del arte circense, en el Price

20 septiembre, 2007 02:00

El Price de Madrid abre su temporada invitando a cuatro compañías de muy distinto cariz que van a permitir mostrar varios estilos de este arte según su origen, así como la evolución que viene experimentando, especialmente en su contacto con otras disciplinas artísticas. Cuatro miradas de circo es un ciclo que, durante cuatro semanas sucesivas, da cabida a cuatro circos variopintos y de latitudes diferentes. Lo inaugura el de la familia Raluy, un circo tradicional y posiblemente el más popular de nuestro país. Fue fundado hace 75 años por los progenitores de sus actuales directores, Carlos y Luis Raluy, y hoy sigue siendo un negocio familiar pues muchos de sus miembros siguen adscritos a él. Galardonado con el Premio Nacional de Circo en 1996, el Raluy es un circo de equilibristas, trapecistas y payasos. Son poseedores, además, de una colección de caravanas de circo tradicional, por lo que se hacen llamar Circo Museo Raluy. "Son carruajes que pertenecían al circo español y europeo de la época, pero a causa de la guerra fueron destruidos, los destruía la gente para sacar madera para calentarse. Algunos quedaron y los hemos ido recuperando", explica Carlos Raluy. Estos carruajes, que ellos emplean como viviendas, se instalarán en el parking del circo para que el público los vea.

De Asia procede el segundo circo invitado, que actuará del 25 al 30 de septiembre: Nuevo Circo Shanghai. Se trata de un circo esencialmente físico, en el que intervienen cerca de 30 artistas. Hay números de contorsionistas, de diábolos y platos chinos, de acrobacias sobre patines y sobre bicicletas, un ballet aéreo y barras paralelas, entre otros. Considerado como uno de los mejores del mundo en su estilo, esta compañía nace de la fusión de varios circos. Su actual director, Zaho Lizhi, ha reunido a los mejores artistas para realizar este espectáculo.

Música y poesía
Rumanía es otro de los países con una poderosa tradición circense, alimentada por su gran población gitana. Romanès Cirque Tzigane actúa del 2 al 7 de octubre. Dirigido por Alexandre Romanès, esta compañía mezcla precisamente la música de origen balcánico con poéticos números de circo contemporáneo. Su director procede de una legendaria familia circense de su país ("mi tatarabuelo iba por los pueblos con sus tres mujeres, sus hijos y un oso", ha dicho), pero abandonó el circo a los 25 años para dedicarse a ser artista callejero: "Me atraía la poesía y estuve con poetas como Jean Genet, Jean Grosjean y Dominique Panier. Diez años más tarde volvía a acercarme al circo en un campamento gitano de Nanterre".

Por último, del 10 al 14 de octubre, es la ocasión de ver el último trabajo creado y dirigido por Suso Silva: El circo de los horrores. Se trata de un cóctel de circo que combina técnicas de cabaret y teatro con una puesta en escena de poética tenebrosa, inspirada en personajes de la literatura de terror. Suso Silva, galardonado en 2003 con el Premio Nacional de Circo, hace que la interacción con el público sea uno de los platos fuertes de este espectáculo. Por ello, ironiza: "durante el espectáculo se pasa por la guillotina a los espectadores, se les lanzan cuchillos, se les encierra en jaulas y se les viste con camisas de fuerza".