Teatro

Bailando con Mozart

Juan Carlos Santamaría actúa en el Teatro de Madrid

27 septiembre, 2007 02:00

Un momento del espectáculo

Pocas compañías, de teatro o danza, tienen la capacidad de representar más de una obra de forma continuada. Una de las escasas formaciones que puede hacerlo es la de Juan Carlos Santamaría, que desde hoy y hasta el domingo interpreta en el Teatro de Madrid Moz-art y a partir del 1 de noviembre estrenará en el mismo recinto Romeo y Julieta. Ambas obras, como en el resto de las creaciones del actual director del Centro Profesional de Danza de Burgos, beben de un lenguaje neoclásico aunque también hay referencias de danza contemporánea.

La primera es un paseo por la vida del músico austríaco que Santamaría ha dividido en dos periodos claramente diferenciados. El inicial recorre la infancia y juventud del compositor de una manera "jovial, alegre y colorida", según el coreógrafo, hasta que se enamora y cambia su vida por completo. A partir de ese momento, Moz-art, -cuyo título es un juego con el que mostrar que "ya su nombre indicaba que sería un genio"-, entra en un periodo "más dramático cuando obtiene la independencia familiar y concluye con su muerte".

Popularizar la danza
En esta parte, el protagonista se ha convertido en un músico envidiado por sus rivales, entre otros, debido a su grandeza y al éxito que obtiene. Santamaría ha informado que el Ballet Nacional de Cuba incorporará el próximo año la obra a su repertorio. Romeo + Julieta es una producción que surge del interés del coreógrafo "para acercar al público de hoy" la historia creada por Shakespeare y a la que Prokofiev puso "una bellísima música". Con una estética más moderna que en la otra obra, Santamaría contrapone el amor fresco y puro de los dos jóvenes pertenecientes a familias rivales con el egoísmo y la superficialidad de los padres de ambos, simbolizado sobre todo en la madre de Julieta, una pija de discoteca, lugar adonde lleva, aunque sea de manera simbólica, a los protagonistas. Esta idea aparece remarcada con un vestuario de Vicky del Cerro, creadora también del de Moz-art, que resulta muy espectacular. La escenografía conjuga elementos y materiales clásicos con detalles actuales.