Teatro

Kokkos

Portulanos

20 diciembre, 2007 01:00

Con motivo del estreno en el Real del Tancredi de Rossini, del cual se ofrecen los dos finales distintos elaborados por el compositor, se ha descrito al autor de la puesta en escena, Yannis Kokkos, con la sencilla etiqueta de "director y escenógrafo griego". Es curioso que un teatro tan aficionado a las mitomanías como el nuestro haya pasado por alto el hecho de que "el griego" en cuestión es uno de los gigantes indiscutibles de la escenografía moderna. Nacido en Atenas pero formado en la prestigiosa Escuela de Arte Dramático de Estrasburgo, la misma de la que salieron Koltés, Flotats o Tcheky Karyo, Kokkos se convirtió en un nombre indispensable del teatro europeo tras cruzarse en el camino del director Antoine Vitez, otro grande. Vitez frecuentaba por entonces la amistad y la colaboración del poeta, también griego, Yannis Ritsos, recién liberado de la deportación a la que le había sometido la dictadura de los Coroneles, y se disponía a emprender la aventura del Theatre d´Ivry, que llegó a dirigir en paralelo con el Theatre National de Chaillot. En el joven Kokkos, Vitez encontró un artista capaz de traducir en imágenes sus audaces conceptos. El Hamlet que ambos creadores montaron en 1983 para el coliseo parisino ha pasado justamente a la historia: aprovechando la inmensidad del escenario, Kokkos propuso un Elsinore de "distancias largas", como dice Georges Banu, un espacio infinito de gran pureza caligráfica en el que los volúmenes de las personas y las cosas remedaban las extrañas perspectivas del primer Renacimiento. Los espacios escénicos de El intercambio, de Claudel, la Electra de Sófocles o el Macbeth de Verdi, todos dirigidos por Vitez, son otros tantos ejemplos de la calidad del "escenógrafo griego", quien, en vez de copiarse a sí mismo, como hacen tantos colegas cuando alcanzan la fama, interroga a cada texto hasta descubrir un mundo plástico único. "Poner en escena la intensidad de la ausencia", ha dicho Kokkos, "aparecer, desaparecer, ese es el principio mismo de la acción teatral, y también de la vida."