Escena del espectáculo. Foto: Johan Persson

Impressing the Czar, la "imprescindible" coreografía de William Forsythe se presenta en los teatros Central de Sevilla (15 y 16 de febrero) y Lliure de Barcelona (27 y 28), a cargo del Real Ballet de Flandes.

Esta obra maestra calificada por algunos críticos como "imprescindible" en el repertorio de William Forsythe, el coreógrafo más influyente del ballet actual, fue creada en 1988, cuando dirigía su Ballet de Frankfurt y bailada por última vez en 1995. Durante más de una década, Forsythe ha rechazado las numerosas solicitudes de las compañías para montar esta coreografía. Al final fue Kathryn Bennetts, mano derecha de Forsythe durante quince años, quien consiguió el beneplácito del coreógrafo para hacerla con la compañía que dirige desde 2005, el Real Ballet de Flandes. Dispuesta a renovar la imagen algo caduca de la única compañía belga de ballet clásico y demostrar el gran potencial de sus bailarines, Bennetts acudió a Forsythe, y además obtuvo su colaboración para el estreno. La crítica coincide en que ha representado el inicio de una emocionante etapa para la compañía.

En Impressing the Czar, Forsythe construye un ballet en tres actos sin línea narrativa, con música de Beethoven, Thom Willems, Leslie Stuck y Eva Crossman-Hecht. Comienza con Potemkins Unterschrift, con su gran tablero de ajedrez donde Forsythe hace un resumen brillante y veloz de las referencias históricas de la danza clásica y de la cultura occidental. Le sigue In the middle somewhat elevated, elegante y austera, de una complejidad técnica diabólica para los intérpretes y una de las piezas más difundidas de Forsythe. La Casa de Mezzo Prezzo está seguida por Bongo Bongo Nageela, impactante danza tribal para unos bailarinas vestidas de colegialas con pelucas. El cierre apoteósico e inquietante llega con Mr. Pnut goes to the big top.