Image: El año de Berna

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Teatro

El año de Berna

Madrid y Zaragoza reciben al bailarín

13 marzo, 2008 01:00

Miguel Ángel Berna, durante una de sus actuaciones

Miguel ángel Berna irrumpió en el mundo de la danza con fuerza en 1990, rompiendo tópicos sobre el folklore con su innegable impacto como intérprete privilegiado y un trato coreográfico audaz y ambicioso de la jota aragonesa. Desde entonces, el artista zaragozano ha realizado nueve producciones grandes y atrevidas empeñado en que "el folclore dé el paso hacia el siglo XXI". En estos momentos, está inmerso en numerosos proyectos. Además de dar promoción a la ciudad de Zaragoza con su compañía (especialmente durante el periodo de la Expo 2008 en el que realizará dos coreografías: una sobre Goya y la otra por encargo de Carlos Saura para el Pabellón de Aragón) tiene estos días en Madrid el reto de realizar la coreografía del espectáculo Rocinante, en un lugar de la magia que puede verse en el Circo Price hasta junio. El fichaje de Berna por parte de Tato Cabal se plasmó cuatro años después de que viera Mudéjar en el Teatro Albéniz. El director del Circo Price quedó prendado del trabajo del jotero contemporáneo y su manera especial de trabajar las castañuelas, que le ha llevado a experimentar con crótalos de diversos materiales, como el metacrilato. Berna forma parte del equipo de lujo que Cabal ha juntado para la creación de Rocinante, un montaje que cuenta con la dramaturgia de José Luis Alonso de Santos, la puesta en escena de Raffaele Rits, la iluminación de Juan Gómez Cornejo, el vestuario de Pedro Moreno y la dirección musical de Germán Díaz sobre partituras de compositores españoles, entre ellos el maestro Barceló. Los nueve bailarines que interpretan las cuatro coreografías de Berna compartirán la pista con malabaristas, equilibristas, payasos, acróbatas y artistas ecuestres. "Estoy gestionando el concepto coreográfico del espectáculo pero sobretodo estoy trabajando con los bailarines. La coreografía ha pasado a formar parte integral del espectáculo y no simplemente en momentos de transición", explica el coreógrafo a El Cultural, que interpretará un solo el día del estreno. "Siendo Rocinante un espectáculo basado en el Quijote está en sintonía con mi trabajo, que es muy particular pero muy centrado en la danza española -sentencia el artista zaragozano-. Nunca me hubiera imaginado trabajar con el circo, que tiene una ideología muy especial. El escenario es muy diferente al que normalmente trabajamos, el público es muy diverso y exigente".