Alfonso Torregrosa y Julián Montero, en la obra

Dos semanas después del cierre de la sala Itaca donde se representaba Kampillo, la obra resucita en el Lara de Madrid. Escrita y dirigida por Pepe Ortega, la obra aboga por una sociedad alejada del dogmatismo, abierta e integradora.

Paradojas de la vida. Ha tenido que cerrar ítaca para que Kampillo o el corazón de las piedras, una obra gestada y representada con éxito en la citada sala madrileña dé el salto y pase a la cartelera comercial. Como si la conciliación en España de dos ideas o mundos separados sea por siempre imposible. Esta tesis la rechaza precisamente Pepe Ortega (autor y director de la obra, además de responsable de la sala Itaca) en esta obra que escribió hace una docena de años pero que completó hace un par completó con una segunda parte. Kampillo o el corazón de las piedras trata de la confrontación entre dos hermanos, hijos de policía destinado en el País Vasco de los últimos años de Franco y primeros de Juan Carlos I. Uno sigue la profesión del padre, mientras que el otro combate la autoridad familiar y se aproxima a los aledaños vecinos de ETA. Hasta que éste, el que "euskalduniza"su apellido "maketo", sospecha que unos comentarios suyos han desencadenado el asesinato de una persona por la banda terrorista. El hecho le lleva a romper con ese mundo, desplazándose a Madrid, donde se reencuentra con su hermano, la mujer de éste y un antiguo legionario con el que monta un refugio para perros abandonados.

Cervantes y Larra
Es en ese espacio donde Ortega levanta su discurso de que la síntesis y la tolerancia es posible y necesaria. "Las miradas de dos personas aunque sean opuestas no tienen que enfrentarse constantemente, sino que pueden llegar a confluir en una misma dirección", sostiene el autor y director, que se dice seguidor del discurso abierto de Cervantes, Larra, Américo Castro y José Hierro. Para las representaciones en el Teatro Lara, Ortega cuenta con el mismo equipo artístico que estrenó Kampillo en ítaca: Alfonso Torregrosa, Julián L. Montero, Juanma López, Mª José Sarrate y Laura Villarrocha.