Image: Almagro echa a andar

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Teatro

Almagro echa a andar

Seis obras abren el Festival

26 junio, 2008 02:00

Una comedia palaciega de Calderón es la apuesta de la CNTC

El Brujo inaugura en el Corral de Comedias el 31 Festival de Teatro Clásico de Almagro, que acogerá en su primera semana los estrenos de Las manos blancas no ofenden, por la CNTC, y dos producciones de Don Juan, el burlador de Sevilla.

Este año el director del Festival de Almagro , Emilio Hernández, dirige uno de los espectáculos más mediáticos del certamen: Don Juan, el burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, obra fundacional del mito erótico de larguísimo recorrido artístico, como demuestran las numerosas obras que ha inspirado con posterioridad. Y también se presenta, el día 30, la producción de La Abadía que dirigió Dan Jammet, Don Juan.

El montaje de Hernández llega a Almagro tras su estreno en el Festival de Nápoles, que ha colaborado en la producción junto con el Ayuntamiento de Sevilla, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la productora Pentación. Dice el director que Don Juan es el reverso del ideal humanista que representa Don Quijote: "Un hombre español y cosmopolita, desengañado de un ideal por el que luchar, y que lucha por su capricho". A Don Juan da vida en escena el televisivo Fran Perea, que, tras su intervención el verano pasado en Fedra, repite experiencia en las tablas. Le acompaña Jorge Roelas en el papel de su criado, Manolo Tejada como Rey de Nápoles y Marina San José como doña Ana de Ulloa, entre otros (del 28 de junio al 6 de julio en la Antigua Universidad).

La vinculación con el Festival de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) la compromete a estrenar en cada edición una producción en el espacio que tiene asignado, el Hospital de San Juan. Este año, su director, Eduardo Vasco, ha elegido una comedia que Calderón escribió para un público cortesano, Las manos blancas no ofenden. Juegos de corte con lances entre príncipes y variopintos personajes palaciegos que buscan el amor en una maraña de celos y rivalidades políticas. Ambientada en una Italia edénica, la obra incluye algunas novedades, como un número de travestismo masculino e intervenciones musicales, lo que, en opinión de Vasco, la convierte en un precedente de la zarzuela.

Y originalísima obra la del Patio de Fúcares: Las gracias mohosas, de una de las pocas autoras del teatro áureo, Feliciana Enríquez de Guzmán. El sevillano Juan Dolores Caballero la llevó a escena hace más de un lustro y ahora la recupera en una nueva producción que, siguiendo una estética de lo feo y grotesco, trata de una justa para conseguir la mano de varias hermanas.

La prudencia en la mujer, de Tirso de Molina, es otro de los títulos programado en esta primera semana del Festival. Se podrá ver en el Teatro Municipal (del 27 al 29), y supone la despedida del teatro del veterano director Alberto González Vergel.